Última edición Revista TALENTO Coaching, Mentoring, Liderazgo y RRHH última edición | Page 26
DESARROLLO
¿QUIÉN DIJO MIEDO?
Entre mis vicios confesables, ya que no es momento ni
lugar para poner los otros encima de la mesa, está el de
divertirme visionando películas de miedo. No recuerdo
cuándo adquirí esta costumbre, ni por qué pasar miedo
me divierte; sólo sé que ya de adolescente tenía auténtica
pasión por este género. Y cuando digo miedo, no me refiero
a las películas de suspense o casos policíacos; las historias
sobre asesinos en serie y similares -con la excepción de
la magnífica “Seven” y pocas más- siempre me parecieron
sosas, descafeinadas, incapaces de generar una buena
pesadilla. Siempre fui más fan de disfrutar de lo paranormal,
lo terrorífico e incluso -sí, lo admito- lo sangriento. Es cierto
que con los años esta vena truculenta ha decaído bastante,
en favor del estudio de ciertos misterios y conspiraciones,
pero sigo siendo un aficionado digamos que notable.
Y lo llamativo es que este pasatiempo no tiene nada que
ver con mi carácter, bastante calmoso en general. Rehúyo
el peligro sistemáticamente y busco situaciones y entornos
tranquilos para disfrutar, solo o en compañía. De ninguna
manera me gusta ponerme en tensión o arrastrar a ella
a nadie; así que no sé de dónde me viene esta cuestión.
26