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FOTOS: FREEPIK diferentes situaciones dependerá de algo que no necesariamente está en el mundo, sino en nuestra manera de pensar, y darle sentido a lo que nos sucede. Aunque es fácil de entender intelectualmente, es tremendamente desafiante generar la distancia psicológica necesaria para no quedarnos atrapados en las situaciones que no nos agradan. Y esto conecta con la siguiente letra de nuestra secuencia, en la que se empieza a revelar nuestra autoría y participación en ese apasionante proceso de crear significado. La “P” de PENSAMIENTO. Nuestro pensamiento está compuesto por una gran variedad de procesos que nos hacen propiamente humanos; nuestros juicios, valoraciones, creencias, paradigmas y modelos mentales son algunas de las herramientas que vamos desarrollando inconscientemente a lo largo de nuestra vida. Éstas, a su vez, están influidas por nuestro entorno, cultura o contexto cultural. De ahí que sean el origen de muchos malentendidos en la comunicación. En cualquier caso, nuestro pensar lo creamos activamente nosotros mismos. Esto implica que si somos conscientes de ello nos daremos cuenta de que sentirnos mal o bien con las cosas que nos acontecen no será tanto causa directa de los escenarios que nos toca afrontar, sino en mayor medida de nuestra manera de percibirlos. Podemos y debemos hacernos responsables de esos juicios y valoraciones que nosotros mismos creamos, y que en muchas ocasiones son una gran fuente de tensión y malestar. La situación será el estímulo o disparador para sentirnos bien o mal, pero la causa siempre estará en nosotros mismos y nuestra manera de estar pensando. 22