ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 6 | Page 57
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Este fragmento de la película japonesa Tampopo (Itami Juzo, 1985) ejemplifica
claramente la similitud entre la salinidad de nuestros cuerpos y la del marisco. Esta atracción por los sabores salinos viene condicionada por toda la historia gustativa dentro del sexo, de la salinidad de la piel, de los flujos sexuales que recuerdan
a un marisco salado y templado, a una piel fresca y tersa mojada por las olas del
mar, a los placenteros recuerdos de una tarde de agua yodada, cuerpos salados al
sol, el romper de las olas…
Aunque el marisco tenga un alto contenido en zinc, y eleve la producción de testosterona en el hombre y estrógenos en las mujeres, es infinitamente más poderosa la sugestión de toda la información previa de acontecimientos placenteros que
han ocurrido en nuestra historia sexual y sentimental.
Desde la ingestión del zinc hasta que hace el efecto a nivel fisiológico deben pasar varias horas, así que podemos decir que ese supuesto efecto afrodisíaco que
creemos que aparece inmediatamente después de una cena de marisco, viene
influenciado por la sugestión psicológica de recuerdos salados. Es decir, expectativas e ideas sugerentes que provocan que se produzcan sustancias placenteras en el
cerebro semejantes a las producidas en la fase de preliminares en el sexo.
Recuerda esos momentos y disfruta de todo el océano en la palma de una mano.
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