ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 6 | Page 124
C
por JORGE GUITIÁN
omienzo con estas aclaraciones
porque es habitual, cuando le hablas a alguien español del panorama portugués que te diga, poco más o menos, que cómo vas a
compararlo con el de aquí. Y, efectivamente,
cómo lo vas a comparar con el de un sitio cinco veces más grande y económicamente más
potente (por mucho que aplicar el término
“potente” a la economía española en la actualidad pueda parecer irónico). Por eso creo que
hay que dejarse de absolutos, de comparaciones abstractas y bajarse a la realidad.
Esto supone ver dónde estaba la cocina portuguesa contemporánea hace 15 años, dónde estaba la española y ver dónde están ambas ahora, cómo han ido evolucionando. Y no
se trata sólo de ver cómo en los últimos años
nombres como George Mendes en Nueva York,
Nuno Mendes en Londres o Leonardo Pereira, ahora de regreso en Portugal y convertido
en uno de los nombres más interesantes de la
nueva cocina lusa tras años trabajando en NOMA, han proyectado la cocina portuguesa a
nivel mundial.
Se trata, más bien, de ver cómo cada año
Portugal tiene algo más de presencia en la tan
traida y llevada lista de la revista Restaurante,
de cómo por primera vez un cocinero portugués ha conseguido entrar en ese Top 100 y
de cómo por primera vez en su historia Lisboa
ALGO DEBERÍAMOS HABER
EMPEZADO A SUPONER CUANDO
AVILLEZ SE PUSO AL FRENTE DE LA
COCINA DEL TAVARES
cuenta con un restaurante reconocido con dos
estrellas por la Guía Michelin. Y buena parte
de esos méritos se deben a un cocinero, a José
Avillez, empresario gastronómico a través de
sus diferentes propuestas de diferentes gamas
repartidas por toda Lisboa, celebridad culinaria gracias a sus libros y a sus programas de
televisión y responsable de la eclosión de Belcanto, su restaurante, como un fenómeno gastronómico global.
Tal vez algo deberíamos haber empezado a