ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 4 | Page 67
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hablaran tanto de mí.
Son inolvidables, crujientes por fuera e increíblemente suaves por dentro. Son una explosión de aromas y sabores que recuerdan a
mantequilla artesana, vainilla, leche caliente, almendras, avellanas…
¿Mr. Vasseur, cómo llegó a ser panadero?
He llegado a ser panadero únicamente por
pasión. Desde niño, siempre quise ser panadero. Mis padres eran médicos y como las
profesiones manuales estaban mal vistas
mis padres me obligaron a estudiar, pero ya
con 25 años no era posible ser panadero, un
oficio al que tradicionalmente sólo se puede acceder en la adolescencia. Después de
trabajar en el sector de la moda y vivir tres
años en Hong Kong, a los 30 años decidí dejarlo todo y volver a Francia para intentar
formarme como panadero. Después de muchas dificultades para encontrar un curso en
el que aceptaran a una persona de 30 años,
hice un curso de iniciación a la panadería
de dos semanas en una escuela de Rouen y
después conseguí un trabajo como aprendiz
en una panadería dónde durante mes y medio aprendí las bases de la panadería. En ese
momento y a pesar de que no sabía hacerlo
todo, tenía dominadas las bases y me lancé a
abrir mi propia panadería. Trabajé como un
loco durante los 4 primeros años y descubrí
que tenía un verdadero talento para trabajar
el universo de las masas levantadas. Esta especial sensibilidad me ha permitido progresar de forma mucho más rápida. Así que soy
panadero por pasión, tardíamente y autodidacta.
¿Cuál es