ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 4 | Page 34

El trabajo que encontré fue limpiando hoteles. Más o menos estuve un mes. Es verdad que a la tercera semana ya pensaba en que si no encontraba nada mejor debería volver a España, pero surgió la posibilidad de entrar en la cocina de uno de los hoteles en los que trabajaba. Lo que hice fue falsear un currículo, ya lo sé… no está bien, pero quería quedarme allí. Así que puse que tenía experiencia en cocinar y así conseguí el trabajo. Pero una vez allí, tuviste que defender la posición. Cierto. No tenía ni idea. Me metieron como especialista en tapas españolas. ¡Imagina! Yo siempre había sido buena anfitriona, me gusta la mesa y todo su protocolo, pero de ahí a cocinar había un largo camino. Prácticamente lo único que sabía hacer eran unas habas con chorizo o unas anchoas. A los quince días de estar allí me pusieron a llevar el brunch del domingo. Consulté a mi madre y lo que preparé fueron unos chipirones rellenos para 500 personas. (risas) ¿Y cómo salió aquél primer reto? Pues salió muy bien, la verdad. Tanto que desde entonces era responsabilidad mía el brunch de los domingos, y por supuesto muy a la española. Yo creo mucho en el destino y que las cosas pasan por algo, y en ese momento yo estaba allí por algo. Algo tenía que pasar, seguro. ¿Y qué fue? El hotel era de la cadena Marriott, entonces el jefe de cocina era Nick Reade,el primer no francés que era jefe de cocina en un restaurante francés. Él estaba acostumbrado