ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 4 | Page 104
tos, pero a otro nivel. El enólogo busca los
puntos óptimos y esos productos a los que
nosotros queremos llegar.” Preguntamos si
podemos visitar las viñas y poder ver algo
de la vendimia. Aunque no nos lo aseguran
porque es tarde, nos llevan para ver si podemos verla in situ. Como no, llegamos tarde.
Ya han recogido y llevado las uvas
a los tractores. Igualmente, nos encontramos con uno de los socios,
un señor robusto como un nogal y
unas manos callosas. Empezamos
a hablar de variedades foráneas y
autóctonas, cuáles son favorables y
cuáles no. Este hombre es un pozo de sabiduría, lleno de honradez
y sobre todo de trabajo de campo.
“El riego me da una ventaja
porque me permite controlar aquella parcela, la otra y
la otra. Pero las variedades
autóctonas, la ventaja que
tienen es que ya sabes cómo actúan. Las foráneas ya
implantadas, por ejemplo el
Ull de Llebre (tempranillo)
aquí es sobreproductivo y no
asimila el calor que hace. Las
noches en Ribera del Duero
o Rioja son más amables, pero aquí son calientes como el
día”. Rompe a reír y sigue comentándonos las diferencias
de una zona y otra. Incide en
que parte de la culpa de los
varietales foráneos, la tiene
la misma Denominación y
el hecho de hacer vinos para
otros elaboradores. También
hace gala de un gran sentido del humor y le pregunta a Elia que “¿cuándo
haremos un rosado de esos de piel de
cebolla?” Y rompe a reír. Podría liarme a historias toda la tarde, pero la
jornada ha terminado. Como bien decía Elia, los payeses no son enólogos,
pero tienen una experiencia enorme.
Mientras volvemos, intercambio con
mi interlocutora una serie de preguntas. Lo que más me ha chocado y me
gusta es ver a gente joven en la bode-