ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 1 | Page 28

H ace algo más de un año que Gianfranco Soldera, un hombre complejo de 76 años y que elabora algunos de los más codiciados Brunello di Montalcino del mundo, dormía en su casa de la Toscana sin darse cuenta de la carnicería que estaba a punto de suceder. Fue un par de semanas antes de Navidad, pero no todo el mundo estaba bien acurrucado en su cama. A pocos metros de distancia, en la protectora oscuridad, un vándalo rompió la ventana a prueba de balas de la Case Basse, la bodega de Soldera, y abrió los grifos de diez botti, las enormes barricas de roble utilizadas para el envejecimiento del preciado vino. En cuestión de minutos, 61.000 litros de vino de cinco cosechas distintas y con un valor de más de 18 millones de euros se fueron por los desagües de la bodega. Al mismo tiempo que el mundo se despertaba el 3 de diciembre de 2012 lo hacían lo rumores y las especulaciones sobre lo sucedido: un ataque de la mafia, un empleado descontento... Había un buen puñado de personas que hubieran podido cometer tan doloso crimen. “Seamos realistas”, escribió Jeremy Parzen en su blog especializado en vino italiano dobianchi.com cuando se conoció la noticia, “muchos observadores del mundo del vino italiano (yo incluido) no podíamos dejar de pensar en aquella frase de Lennon, que decía instant karma’s gonna get you”. Parzen resumió de forma concisa lo que a menudo no se ha dicho sobre el hombre que algunos han descrito como el productor más emblemático y difícil de Montalcino. A pesar de su bravuconería, la casa de Soldera en la Case Basse no es un palacio, sino una casa de piedra, dulce y humilde, al final de un largo camino bordeado de cipreses y vides. Soldera camina rápido, con una leve inclinación. Tiene un rostro con una agradable papada, marcada por un poblado bigote bajo una nariz carnosa. Siempre sujeta sus pantalones con tirantes. Cuando lo visité hace poco, estaba claro que hubiera preferido que le arrancaran una muela antes que responder a mis preguntas . No habla inglés, así que su hija Monica, que trabaja con él, y que a menudo es la cara 61.000 LITROS DE VINO VALORADOS EN 18 MILLONES DE EUROS SE FUERON POR LOS DESAGÜES DE LA BODEGA