Este paseo por los animales más peligrosos de
Zasqua, el biorrefugio donde se encuentran
estos insectos, termina con quizás uno de los
artrópodos mas conocidos por el hombre:
la avispa. Aunque la raza humana le teme a
esta especie, después de sentirse atacada y
defenderse, dejando una irritación en el humano,
su aguijón es completamente extraordinario en
parte por su complejidad. La complejidad de
esta parte del abdomen se basa en que tiene
una doble función, la protección de la avispa y la
reproducción. Las avispas del género femenino
depositan sus huevos por medio del aguijón,
para que sus crías nazcan y la especie sobreviva.
Gracias a este este conocimiento se podría
entender que cuando una avispa pica entonces
van a nacer los huevos en la inflamación, pero
¡afortunadamente para el humano las avispas
deciden cuando depositan sus huevos y cuando
no!, entonces es imposible que nazcan avispas
en la hinchazón de una picadura. Las avispas
principalmente dejan sus huevos en hojas o
en colmenas. La otra ayuda que le brinda a la
avispa su aguijón es la defensa, ya que el aguijón
también puede inyectar veneno para esta acción.
El veneno de las avispas es conocido como uno
de los más potentes, por esto son famosas
mundialmente entre los biólogos. Los aguijones
y tenazas son temidos por los humanos, pero
son realmente complejos y especiales ya que
ayudan al artrópodo a sobrevivir.
Pasando por tenazas, aguijones y antenas, ahora
este texto se dirige a los aires, lo especial en
lo aeróbico, principal sueño del humano. Los
artrópodos son mejores que los humanos en
esta característica, y son mucho más eficientes
cazando gracias a ésta. ¿Cómo sería si un
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humano pudiera volar?, ¿Acaso recogería el
trigo y atraparía la bola de baseball mucho más
rápido? Esta ventaja la tienen estos pequeños
seres, tales como el Escarabajo Longicornio, el
gorgojo y la libélula. Las alas en los artrópodos
están localizadas en el tórax y, siendo evoluciones
del exoesqueleto, son un conjunto de venas
longitudinales unidas por venas transversales,
formando círculos en ésta. Un ala está compuesta
por una membrana, como explica una bióloga:
“Dentro de cada una de las venas principales se
encuentran un nervio y una tráquea, y, puesto
que las cavidades de las venas están conectadas
con el hemocele, la hemolinfa puede fluir hacia
las alas”. Así, las alas son bastante complejas e
incluyen en ellas los nervios y la hemolinfa, que
es como la sangre en estos pequeños seres.
Unos de los insectos adscritos a este complejo
sistema es el Escarabajo Longicornio, que usa
sus alas principalmente para desplazarse. Esta
especie, entre muchas otras especies de insectos,
cuenta con dos pares de alas. El par posterior
de alas (los élitros) son duras y protegen las alas
anteriores, debido a la fragilidad de éstas. Además
de ser usadas para desplazarse, éste las usa para
buscar su comida, crucial en su supervivencia.
El gorgojo de monte, habitante de la mayoría
de páramos de Colombia, es completamente
blanco. Este místico insecto, conocido en las
tierras rurales y en las montañas por vivir en
climas húmedos, tiene el mismo tipo de alas
de su pariente el escarabajo, ya que tiene un
par posterior y uno anterior. Ya que el clima
donde vive el gorgojo es mayormente frío, el
desplazamiento se le hace difícil. Por esto este
insecto recurre al vuelo para su desplazamiento