Y digo yo... | Page 17

17 estar on-line y disponible para todos. Y es aquí (en lo arqueológico) donde entra la segunda cuestión del proyecto 4.000 caracteres. Son muy pocas las publicaciones que dejan constancia escrita de las poéticas personales en un momento de producción teatral que llega a superar los 6.000 estrenos anuales en todo el país. La reconstrucción del mundo, de su tiempo, la relación con el lenguaje y con el teatro por parte de los creadores que infatigablemente estrenan y estrenan, queda indefectiblemente olvidada. Más allá de algunos dramaturgos de éxito que prometen un piso de ventas, todo el resto se desecha, se olvida, pasa a peor vida. Lo sacro del suceso en la escena atenta contra las huellas que deja una generación para las siguientes. No sería raro pensar en algún teatrista dentro de muchos años, intentando rastrear a sus ancestros en el oficio y sentir que solo hay 5 ó 6 dramaturgos canónicos y después nada. El espectro es enorme y es necesario que quede mucho más para el futuro, para los que vienen después, aunque más no sea para no cometer los mismos errores. Y repetir varios aciertos. Entiendo que la tarea puede sonar pretenciosa y mesiánica al mismo tiempo, pero los escritos que contienen las siguientes páginas no solo echarán luz sobre las posibilidades dramatúrgicas de nuestro extenso presente, sino también sobre el comienzo de nuevas y breves formas de expresión virtual que apenas están dando sus primeros pasos. Juan Ignacio Crespo Editor de Teatro, revista Llegás a Buenos Aires La versión completa en pdf de