W&Wmagazine number 2 | Page 41

Todo es diferente y perfecto, como en cada uno de los otros barcos de la flota, que ofrecen clase, sencillez y una decoración sin pretensiones, en donde lo importante, más que los ornamentos, es un producto que irradia lujo sin ostentaciones. Todo en su decoración ofrece, líneas clásicas, texturas suaves, y barcos perfectos no solo para huir de los atestados puertos de cruceros más saturados, sino para adentrarse en puertos pequeños, calas recónditas, y atraques inéditos.

Ya dentro del Silver Wind, percibimos espacio generoso, Aunque su decoración es intemporal, necesita refrescar un poco sus interiores. Dominan los burdeos, y tonos tierra, las maderas y materiales nobles. Solo 296 pasajeros en un cuidado ambiente de personalización.

Tiene dos resturantes: The Restaurant y Le Champagne; además The Bar, como centro neurálgico para cocktails, reuniones informales y degustar, todo tipo de bebidas. Más art deco

que antes, usa deliciosas tapicerías verde musgo, maderas oscuras, y nos ofrece más personalidad.

En el buffet La Terrazza, su terraza exterior con mobiliario de mimbre, es perfecta para comer “al fresco”. Si miramos a las zonas exteriores, tenemos que decir que estamos en un barco de lujo, y la enorme piscina central (que luce nuevos mosaicos) ofrece tumbonas para todo el mundo, y no están atestadas. Es un espacio perfecto para la relajación, lectura, lugar para cocktails o fiestas íntimas.

El Panorama y Observation Lounge, son dos enormes espacios de socialización. A pesar del pequeño tamaño tiene un gran Teatro, para shows, estilo broadway. No falta videoteca con internet, boutiques, gimnasio y spa, que hacen que el Silver Wind nos ofrezca grandes alternativas de ocio, en poco espacio. Es la delicia de lo pequeño, en donde todo esta a tiro de piedra.

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