Woman's Time! Revista nº2 - Marzo 2013 | Page 12

¡Déjame tocar!

El sentido del tacto es probablemente el más importante en un bebé recién nacido y fundamental durante muchos meses después, ya que es a través de él como los pequeños comienzan a conocer el mundo. De hecho, la primera comunicación que se establece entre un bebé y su madre es a través del contacto físico y las sensaciones que produce.

En los primeros tres meses (más o menos) esta sensibilidad se concentra sobretodo en la boca y el resto de la cara. Pero a partir de ahí, y básicamente

cuando empiezan a desplazarse, se extiende por el resto del cuerpo y las piernas, pies, manos y dedos van a ser sus instrumentos preferidos de exploración.

Las madres podemos estimular a nuestros hijos/as ofreciéndoles a menudo experiencias sensoriales de todo tipo, animándoles a gatear sobre suelos diferentes (alfombra, madera, hierba...), ofreciéndoles objetos y sustancias para manipular o preguntándoles qué sienten a los que son más mayores.

Para desarrollar el sentido del tacto en los más pequeños no hay nada mejor que dejarles experimentar con materiales de texturas diferentes.

Te cuento cómo puedes hacer en casa, y de una forma muy fácil, cajitas de texturas variadas que tendrán a tus peques entretenidos mucho tiempo:

Guarda las cajas de quesitos que se van quedando vacías. Utiliza la tapa de la caja como patrón y con la misma medida recorta círculos

de distintos materiales (toalla, raso, plástico, cartón, fieltro, corcho, estropajo, pana...).

Cada caja va a tener dentro dos texturas. Pega uno de los círculos en la parte interna de la tapa y el otro en el interior de la base de la caja.

Decora la caja por fuera... ¡Y listo!

Maribel Barba

Maternidad

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Cómo hacer una cajita de texturas