"La actual crisis económica mundial estaba descrita en revistas especializadas antes de que sucediera. Muchas otras crisis estaban documentadas. Pero los economistas no estaban en el primer plano", afirmó el investigador francés Jean Tirole, premiado por la Academia sueca por sus análisis del poder de los mercados y su regulación, por su análisis del "poder de los mercados" y sus trabajos sobre "regulación".
Los otros economistas William Baumol e Israel Kirzner que también fueron nominados para Nobel de economía 2014 que finalmente se adjudico J. Tirole, destacan por sus aportes al estudio del emprendimiento, cuyo trabajo se centra en la importancia que los emprendedores tienen en la economía y cómo sus proyectos, sean fructíferos o no, guían a los mercados. Ellos indican que de acuerdo con su teoría, los mercados en el mundo real no se encuentran en equilibrio debido a falta de información en ambos lados del mismo, entre oferentes y demandantes. Es aquí donde la figura del emprendedor es importante, ya que realizan juicios con la información disponible en un intento por hacer empatar los intereses de oferentes y demandantes para llevar al mercado a un equilibrio. Durante décadas se ha dicho que los mercados tienden a equilibrarse cuando actúan en libertad. El trabajo de Baumol y Kirzner ayuda a comprender cómo es que este orden se genera, sin embargo es ahí donde aparece el análisis de Jean Tirole respecto de que los mercados deben regularse para establecer equilibrios, "No hay que desconfiar de los mercados, hay que saber regularlos bien", afirma el economista. En fin teorías ganadoras o no, los aportes de estos cientistas apuntan al desarrollo de mercados con información adecuada y regulación para tener las reglas claras y evitar ciertamente el riesgo moral y la asimetría de información.
En épocas de crisis y un mundo globalizado, las actitudes hacia la globalización, los fracasos y desigualdades causadas por el modo en que se ha gestionado la misma, son como un test de Rorschach para países como para su gente, dejando al descubierto sus creencias, sus perspectivas del rol de Estado y el mercado, la justicia social y el peso de las creencias en lo económico y valores no económicos.
Por otra parte los mercados a menudo no consiguen resultados eficaces y se ven alterados por desigualdades en la renta y niveles elevados de pobreza. Hay quienes también se sienten menos preocupados por la desigualdad y más por la eficiencia económica desregulada, Tal como lo señala otro premio novel de economía Joseph E. Stiglitz, importante considerar y hacer conexiones entre actitudes económicas y culturales para enfatizar lo mucho que importa a quien confiamos aspectos claves de la toma de decisiones económicas.
Para reflexionar un poco, recordemos al famoso medico e intelectual Francois Quensnay, que era un genio y medico oficial del al corte de Luis XV y que aparte de la medicina y madame Pompadour, tenía otros intereses en su inquisitiva mente. Llevo a cabo un profundo estudio de la economía agraria, contribuyó a la Encyclopédie de Diderot, escribió sobre impuestos, tipos de interés, de los Incas y del nepotismo en China. Sus ideas sobre economía ya habían cristalizado para publicar su Tableau Économique que inspiro a Wassily Leontief que ganó premio nobel en 1973. Sin embargo Quesnay cometió un craso error, insistió que la única fuente de toda riqueza era la agricultura, para él existían tres clases de personas, los agricultores, los dueños de tierras y la clase estéril. Por brillante que fuera, Quesnay no podía imaginar siquiera una sociedad industrial en la que, la mayor parte de la riqueza pronto empezaría a proceder de las humeantes fábricas en las ciudades y de manos y cerebros, precisamente de esa clase estéril. No supo ver el bosque.
Hoy día también vemos que muchos economistas padecen de la misma miopía de Quesnay, con aportaciones geniales a partes de un problema, pero sin examinar el bosque. Es necesario inocularnos contra el factor Quesnay, y no seremos capaces de hacerlo hasta que podamos separar lo verdadero de lo falso y emprender nuevos caminos.
Carlo Arqueros P.
Director de WALIC Trading & Consulting Ltda.
Reflexiones en tiempos
de incertidumbre.
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