como si yo mirara la vida desde afuera y no es así. Quizá entonces me
lo pudiera parecer, lo entiendo situándome en aquella época y quizá
haya algunas ocasiones en que pueda parecérmelo incluso ahora,
pero desde luego ese sentimiento de ver la vida como a través de un
cristal si algo me ha dado siempre es miedo, es terrorífico de ser vivido y no quiero vivir así. Por otra parte si analizo lo vivido y cantado
hasta ahora desde un punto de vista más empírico, por ejemplo si
mido el resultado de la inmersión en la vida tomando como referencia el número de cicatrices, todo me corrobora que no, no he visto la
vida como si fuera un escaparate, sino que la he afrontado “a puerta
gayola”. Y eso es lo que he contado en mis canciones desde siempre.
¿Andas trabajando ya en nuevo material de cara a un segundo trabajo?
Tras la composición del disco en solitario no me ha ocurrido como
otras veces en que ha habido un tiempo sin componer dedicado a
tocar en directo, a tratar de dar a conocer el disco. Muy al contrario continué componiendo y escribiendo sin prestar atención a la
promoción y muy reacio a actuar como ya te he contado. El caso es
que estos últimos tres años han sido unos momentos cruciales y de
aprendizaje en mi vida que no han pasado de vacío en lo artístico,
muy al contrario, creo que tengo bien esbozadas las canciones para
mi segundo disco. Solo que desarrollarlas y darles forma definitiva
en estos momentos supone desaparecer de mi vida familiar con mi
mujer y mi hijo y esto último es algo que para mí es prioritario. Tengo
que dar con el modo de combinar estos dos aspectos de mi vida sin
que ninguno se vea perjudicado.
FOTOGRAFÍA: Enrique Mavilla