Hace unos días, una mamá tiró una botella de vidrio al contenedor de plástico. No se dio cuenta porque estaba distraída. Se encontró rodeada de muchas botellas distintas a ella. Se asustó un poco e intentó salir.
Una botella de Coca- Cola le dijo:
- Es imposible salir. El camión ya está aquí.
- ¡¡¡ Aaaaaaah!!! - gritaron todas.
El camión se paró en un edificio alto. Era el Ecoparque.
-¡Uf!- dijeron todas las botellas. Por fin habían llegado.
Las depositaron en un cubo hasta no poder más. Después pasaron por una máquina que las derritió y por fin las renovaron. Las transformaron en piezas de LEGO. Estas Navidades se las regalaron a los niños de la mamá despistada./ N. Acosta/ 2º Primaria
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