Virgilio Piñera al borde de la ficción (La Habana: Editorial UH / Letras Cubanas, 2015) | Page 78
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en que hablo, la palabra escritor tiene para el cubano una connotación
singular: se nos toma como a habitantes de un planeta lejano.
En Cuba, ejercer el oficio de escritor ha sido por lo menos tan expuesto como el de aquellos que luchaban en la clandestinidad: significaba
mantener, no contra viento y marea (pues ello se traduciría en resultados positivos), sino contra la indiferencia general, una actitud y una
fe inquebrantables. Ahora que la Revolución es un hecho consumado
es preciso que ambos -pueblo y escritor- empecemos a tomarnos en
serio. No ha sido otra nuestra intención al celebrar esta mesa redonda.
Desde ella estamos diciendo al pueblo que nos escucha (y por pueblo
entendemos desde el simple ciudadano hasta el profesor, el periodista,
los ministros del Gobierno, el presidente de la República y el jefe de la
Revolución): no somos habitantes de Marte, no somos locos, no somos
rimadores irresponsables; somos una pieza en el engranaje de la vida
nacional, y si no se cuenta con nosotros la maquinaria no rendirá todo
su esfuerzo. Dígase soldado, obrero, campesino, profesor, periodista,
pero también dígase escritor.
Con ello se nos situará de una vez por todas. Si esto se cumple,
podrá hablarse del espíritu de la nación cubana.
Sartre conversa con los intelectuales cubanos en la casa de Lunes
[fragmentos]*3
Jean Paul Sartre se reunió el martes ocho de abril con un grupo de
intelectuales cubanos en la casa de Lunes de Revolución. Se reproduce
esta conversación tal y como fue tomada
taquigráficamente.
[...] Claro que ustedes están en un período de transición
pues yo pienso que lo que hay en la empresa revolucionaria,
cualquiera que ella sea, lo que hay de particularmente beneficioso, particularmente feliz, es que ella representa el riesgo
de poner en algunos años el nivel del pueblo y sus exigencias
por encima de los intelectuales. En ese momento serían
necesarios nuevos cambios.
VIRGILIO PIÑERA. A pesar de todo usted sigue siendo un intelectual. ¿Cambiaría la condición de tal por la de hombre de
acción política?
SR. SARTRE.
SR.
*
3
Lunes de Revolución, n.° 51, La Habana, 21 de marzo, 1960, pp. 10-18.
En el conversatorio, formularon sus preguntas, además de Virgilio Piñera, Antón
Arrufat, Sergio Rigol, Isabel Monal, Mario Parajón, Humberto Arenal, Eduardo
Manet, Guillermo Cabrera Infante, Pablo Armando Fernández, Mirta Aguirre,
José A. Baragaño, Fausto Masó, Nicolás Guillén, Carlos Rafael Rodríguez, Lisandro Otero y José Rodríguez Feo.