Virgilio Piñera al borde de la ficción (La Habana: Editorial UH / Letras Cubanas, 2015) | Page 31

186 « VIRGILIO PIÑERA AL BORDE DE LA FICCIÓN. COMPILACIÓN DE TEXTOS » Después de esta jugarreta, ¿cuál otra? ¿Qué nueva escaramuza? ¿Hacer nosotros también el juego a la trampa? Frente a estos hechos, frente al desenfreno «original» solo había una solución: negarse a jugar el juego del tonto; por el contrario, denunciarlo. Nosotros gritamos con voz de Esténtor: ¡Basta! ¡Basta! No más juego, no más puntas de lanza ni más cabezas de playa, no más emisarios, no más sutilezas de código, no más ocultar la verdad de un vacío cultural, no más proseguir regodeándose con la impotencia. Tener, por el contrario, la clara conciencia que proseguir haciendo la misma cosa de hace diez años, constituiría grave engaño contra uno mismo y contra el público que nos lee. No cometer el pecado de lesa literatura que es dejar a una joven generación que se «fije» en una situación hecha. No conformar a los jóvenes a nuestra imagen y semejanza, sino provocarlos, espolearlos, hacerlos distintos a nosotros, nuevos guerreros que al dejarnos tendidos en el campo del honor harán nuestra gloria más duradera. Por lo demás, sabe Ciclón cuanto debe a Orígenes. Nada menos que le debe su aparición. Para que fuese una necesidad borrar de un plumazo a un Orígenes anémico, primero tuvo que existir un Orígenes sanguíneo, con una fuerza arrolladora, con un propósito a cumplir y que cumplió en efecto, como el que Ciclón se propone ahora. Es preciso tener muy a la vista que en su momento, Orígenes constituyó una meta frente a la inercia de Espuela de Plata; que Lezama, director de Espuela de Plata, se puso de acuerdo con Lezama, codirector de Orígenes para terminar de una vez por todas con una situación anómala. Qué menos pretender pues que Ciclón, no echando en saco roto las lecciones de la historia, haga lo mismo con Orígenes, borrándolo de un golpe y revigorizando así el árbol prometedor de nuestra literatura. Marqués de Sade: Las 120 jornadas de Sodoma*1 Ofrecemos aquí, por primera vez en español, algunos fragmentos de Las 120 jornadas de Sodoma, la obra capital del Marqués de Sade. Estas ciento veinte jornadas son como la culminación paroxística de todos sus escritos sobre la vida sexual del hombre; vida sexual que, para decirlo de una vez, es una de las cuatro patas sobre las que descansa la gran mesa humana. * 2 Vol. 1, n.° 1, La Habana, enero, 1955, p. 35. Este trabajo de Piñera sirvió de introducción a la publicación en la sección «Textos futuros» de fragmentos de la obra del marqués de Sade que aparecieron en dos entregas de la revista (vol. 1, n.° 1, La Habana, enero, 1955, pp. 35-41 y n.° 2, La Habana, marzo, 1955, pp. 40-50).