Vida Médica Volumen 68 Nº1 - 2016 | Page 76

76 Vida Médica Sanitario que incorporó la Ley 20.850, modificó parcialmente la Ley 20.120 promulgada en 2006 sobre la investigación científica en el ser humano, estableciendo la prescripción de 10 años de la acción civil de responsabilidad y dio nuevas obligaciones no sólo al patrocinador, como es El encarecimiento que ello provoca fue un punto muy discutido. El Departamento de Ética del Colegio Médico hizo ver sus aprensiones antes de la promulgación de la ley. Su presidenta, la Dra. Gladys Bórquez, dice que en el mundo sólo “hay 5 o 6 países que exigen por ley el acceso Un debate sobre el impacto de la Ley Ricarte Soto convocó el pasado 10 de agosto en la Facultad de Medicina de la U. de Chile al Dr. Roberto Verdugo, miembro del nuevo capítulo; Dr. Hugo Amigo (Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos); María Graciela Delgado, organizadora; Jean-Jacques Duhart, vicepresidente CIF; y Juan Carlos Bello, abogado jefe de Falmed. la regla general, sino también al titular de la investigación, entre ellas, la de contar con un seguro antes de ser autorizado a realizar su investigación. La abogada de Falmed, Carmen Gloria Pierart, precisa que la persona obligada por la ley a tomar un seguro es el solicitante de la autorización especial, lo que la ley llama “el titular de la investigación para uso provisional con fines de investigación”, quien no necesariamente es el investigador principal. Además, obliga al titular de la autorización especial, primero, y después al titular del registro sanitario a entregar la continuidad del tratamiento por todo el tiempo que persista su utilidad terapéutica. obligatorio post tratamiento si es beneficioso, y Chile es el único que lo está exigiendo de por vida. En el papel, aparece una ley que sería la primera más exigente del mundo”. Sin embargo, subraya que la ley “viene a poner en su justo lugar la defensa de los derechos de los probandos”. Comparte el resto de las exigencias, incluyendo la obligatoriedad del seguro, que si bien significa un costo adicional para hacer investigación, es “un estándar ineludible a nivel internacional”. Según una encuesta realizada por la Cámara de la Industria Farmacéutica (CIF) a las firmas asociadas, ya son 23 estudios clínicos que han sido suspendidos por laboratorios internacionales en Chile, los que involucraban a 1.328 probandos de acuerdo con lo informado por el diario La Tercera el pasado 24 de septiembre. El Dr. Fernando Altermatt, director del Centro de Investigaciones Clínicas UC, señala a Falmed Educa que a la fecha han visto una disminución de alrededor de un 25% en estudios patrocinados por compañías farmacéuticas, respecto al 2014. “Nuestro país tiene un liderazgo regional en la realización de estudios clínicos. Uno de los efectos de postergar las investigaciones en áreas en que se está evaluando terapias es que dificultaría la transferencia de investigaciones promisorias hacia su utilización en clínica, afectando nuestra capacidad como país de ser actores relevantes en la generación de conocimiento aplicado e innovación en el área biomédica”, afirma. Para evitar lo anterior, están educando a los investigadores sobre cómo la ley incide en la elaboración de los estudios. La abogada doctora en derecho y directora jurídica de la Facultad de Medicina UC, Paulina Ramos, propone algunos cambios por vía reglamentaria. “Establecer que el titular de la autorización responde por los gastos correspondientes al tratamiento médico necesario por los daños causados por la investigación e indemnización por los perjuicios económicos que se deriven directamente de los daños causados por el estudio (daño directo y lucro cesante)”, apunta. Asimismo, la jurista considera necesario modificar la ley respecto a la prescripción de la acción de responsabilidad extracontractual, para que se fije un plazo que permita además la contratación de seguros comunes que cubran a todos los sujetos que participan en un estudio. Los ojos de todos los actores están puestos en la redacción del reglamento específico para estas materias, cuya fecha no se conoce, pero sobre la cual el Minsal ya discute con los interesados, incluyendo a investigadores de la academia.