54 Vida Médica
Música
para sanar
En Iquique el grupo musical “Qulliri”, compuesto por profesionales de la salud, realiza
presentaciones tanto en el centro de salud como en los domicilios de los enfermos. Estos
“curanderos” siguen sanando fuera de su horario laboral, sin los utensilios médicos que
ocupan con frecuencia, sino con sus instrumentos y voces, capaces de sanar el alma.
S
on cerca de las 20:30 horas del
viernes 2 de octubre y un equipo
de profesionales de la salud recorre los pasillos y distintas salas del único hospital de Tarapacá, pero sin sus
delantales blancos y tenidas de trabajo
habituales, lo hacen con poncho rojo,
sombrero y pantalón negro -similar
vestuario al que ocupan los curanderos
aymaras- acompañados de instrumentos de cuerdas, vientos y percusión,
despertando la admiración de quienes
se encuentran en el recinto de salud. Se
trata de la Agrupación Musical “Qulliri”
–que en aymara significa “persona que
sabe sanar el cuerpo”- conjunto musical de raíz andina, integrado casi en su
totalidad por paramédicos y médicos,
quienes por quinto año consecutivo,
para celebrar el día del hospital, llevaron melodías y alegría a pacientes y
funcionarios del centro asistencial.
Estos “curanderos” además del entusiasmo, entregan las felicitaciones a
sus compañeros que inician el turno de
noche y agradecen la labor que realizan
durante todo el año en la salud pública.
Esta escena se repite en las unidades
de Cirugía, Pediatría, GinecologíaObstetricia, Traumatología, Pabellón,
UCI-UTI y Neonatología. En total, una
hora 45 minutos de música continuada.
Desde sus camillas, las personas hospitalizadas agradecen la inédita propuesta con aplausos, pulgares alzados
y sonrisas. Para ellos es un momento
de revitalización, un escape a la rutina, una acción que es parte de la rehabilitación. “Qulliri” ha cumplido su
objetivo.
Todo partió en 2009 cuando el grupo
se formó de improviso. “Nació por una