28 Vida Médica
Lectura Mobile
una vida marcada
por su compromiso
gremial y social
Esta mujer, intensa, apasionada y con una inquebrantable vocación de servicio, ha
enfrentado todos y cada uno de los desafíos que la vida le ha impuesto, compatibilizando
su rol de madre, con su dedicado trabajo como pediatra y su destacado rol como dirigente.
O
riunda de la zona rural del Maule
“al sur” como subraya, pediatra
broncopulmonar del Hospital
Exequiel González Cortés donde ejerce la
jefatura de pediatría, presidenta del Departamento de Trabajo Médico, miembro de la
Comisión Negociadora Colmed/Minsal y
galardonada este año con el Premio de Honor Dra. Eloísa Díaz a la trayectoria gremial
y profesional; la Dra. Rebeca Paiva es hija
de una profesora de castellano que trabajó
en un liceo y un arquitecto del Mop, profesionales dedicados por vocación al servicio
público, que vinieron a Santiago persiguiendo un gran objetivo: construir un país mejor.
Pero sus carreras, al igual que sus sueños,
se vieron truncadas con el Golpe de Estado
del 73. Ambos fueron exonerados, su padre
incluso pasó por el centro de detención del
Estadio Nacional. Hechos que marcaron la
historia de una mujer que, según ella misma
dice, ha construido su camino “con lo que la
vida me ha ido poniendo por delante”.
Lo que se hereda no se hurta, y su vocación
por lo público, por lo político social, por el
compromiso con un mundo mejor, es una
marca indeleble de familia. “El ejemplo de
mis padres determinó mi interés por el ámbito gremial, opinar y buscar los rincones
donde uno pueda expresarse como persona, pero lejos de los partidos políticos a los
que no les creo. Yo vi como abandonaron a
mi padre así que no pertenezco a ninguno”,
aclara.
La medicina fue uno de estos caminos que
la vida se encargó de mostrarle casi por casualidad. Se preparó con tres amigos para
la Prueba de Aptitud Académica. Ellos querían estudiar medicina, a ella le gustaba la
biología. Le fue bien y quedó en la Universidad de Chile. Realizó sus estudios en medio
de un país convulsionado y en esta etapa no
participó todo lo que hubiera querido en el
tema político. Pero no fue por temor, fue
simplemente por amor: no estaba dispuesta
a poner en riesgo a su padre.
Vida gremial:
rompiendo los