Vida de San Juan Bautista De La Salle VIDALASALLE | Page 25

la confianza en Dios y extiende sus ramas hacia el cielo. Fue y sigue siendo un hombre de los que unen el cielo con la tierra. Él dijo "Sr a la vida. Joven, tú tienes ahora la tuya en tus manos. ¿Te animas? Hno. Alberto Gómez De La Salle MEMORIA SOBRE LOS COMIENZOS DEL INSTITUTO "Yo suponía que la dirección que yo aceptaba de las escuelas y maestros, sería sólo externa, que no me comprometía más que a proporcionarles subsistencia y a orientarles para que ejercieran su propio empleo con piedad y aplicación". "Si Dios, al mostrarme el bien que podía procurar el Instituto, al mismo tiempo me hubiera descubierto las penas y las cruces que lo debían acompañar; me hubiera faltado valor y no me hubiera atrevido a poner en él la mano, cuanto menos hacerme cargo del mismo". Y repetía sonriendo: "Ni la punta del dedo meñique". `Acorralado por la contradicción, me he visto perseguido de muchos. Prelados, incluso, de los que más apoyo esperaba. Algunos de mis propios hijos se han levantado contra mí. Y las cruces exteriores se han agravado con otras interiores, que son las más sensibles". "Si Dios no hubiera apoyado con su mano de manera muy visible este edificio, hace mucho tiempo que estaría sepultado bajo sus mismas ruinas". "Jamás había pensado en ello. Y, si por ventura, yo hubiera sospechado que las atenciones que, por pura caridad, presté a los maestros de escuela, iban a desembocar en el deber de cohabitar con ellos, los habría abandonado. Pues, por natural repugnancia, sentía muy poca consideración hacia los primeros que hube de emplear en la escuela; el solo pensamiento de que era preciso vivir con ellos, se me hacía insoportable". Y añadía sonriendo, como evocando todo a la vez, maravillado de la estrategia de arriba: "Dios, que conduce todas las cosas con sabiduría y dulzura, y no suele forzar la inclinación de los hombres, queriendo aplicarme enteramente al cuidado de las escuelas, lo hizo de manera imperceptible y a largo plazo, de forma que un compromiso me llevase a otro, sin haberlo previsto desde el comienzo" (La Salle).