Vida de San Juan Bautista De La Salle VIDALASALLE | Page 21

lo siguen compartiendo. Hoy, somos varios millares de Hermanos, unos centenares de Hermanas y miles de Profesores seglares. Vivimos la fe cristiana y la expresamos en el amor a niños, jóvenes y adultos de los cuatro puntos cardinales. Estamos presentes en todos los continentes. En Europa, nos puedes encontrar en: Portugal, España, Francia, Polonia, Rumania, Inglaterra, Irlanda, Alemania, Austria, Suiza, Italia, Grecia, Malta y Turquía... En África, trabajamos en Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Eritrea, Etiopía, Madagascar, Isla de la Reunión, Congo, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Togo, Sudán, Chad, Sudáfrica, Ruanda, Mozambique... En Asia, estamos en Hong Kong, India, Japón, Malasia, Myanmar, Filipinas, Sri Lanka, Singapur, Tailandia...; y más al sur, en Australia y Nueva Zelanda... En América, hay Centros de La Salle en: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela... Y también en Israel, Jordania, Líbano, ... y así hasta 83 países. Si no he mencionado el tuyo, puedes añadirlo en los puntos suspensivos. Representamos cientos de culturas grandes y pequeñas. Algo de lo que me siento sumamente orgulloso es de ver hoy que aquel primer grupo de maestros se ha convertido en una familia de Hermanos de todas las razas. Para nosotros, sólo cuenta el color del corazón del hombre tal como Dios lo ve. En resumen, somos una pequeña muchedumbre. Dirigimos y animamos escuelas y nos preocupa seriamente la calidad de la enseñanza. Nos tomamos las cosas en serio para ayudar lo mejor posible y ofrecer los medios más adecuados a nuestros alumnos y a sus familias. Queremos que nuestros jóvenes triunfen en* la vida, pero, sobre todo, deseamos que sean excelentes personas y cristianos comprometidos. Para lograr este objetivo realizamos todo tipo de trabajos educativos: enseñamos en escuelas infantiles, primarias y secundarias; preparamos competentemente a los jóvenes para profesiones artísticas, sociales o científicas; damos clases en seminarios y también en prisiones y centros de rehabilitación de delincuentes o drogadictos. Bajo el mar, enseñamos biología marina y sobre la tierra, técnicas de agricultura. Dirigimos internados y casas de acogida para niños de la calle. Estamos en los barrios más pobres de las ciudades y también en el centro de las mismas. Ofrecemos nuestros servicios educativos a los que preparan su doctorado y a los que han sido expulsados de otros colegios o no han sido capaces de sacar los estudios primarios. Formamos catequistas en las parroquias y colaboramos en los servicios pastorales de las diócesis. Mantenemos centros