Veridis Music Febrero 2013 Febrero 2013 | Page 20

RESEÑA

Fade empieza con “Ohm”, un clásico tema de Yo La Tengo en el que podemos escuchar una línea de bajo que se repite durante toda la canción, acompañada de una batería firme que encuentra sus raíces en el kraut. La guitarra de Ira es la misma que hemos escuchado durante casi 30 años: distorsionada pero a la vez limpia, una rara combinación. Para la segunda, “Is That Enough?”, encontramos un arreglo de cuerdas que cambia de golpe las expectativas de lo que podemos encontrar en Fade. Con “Well You Better”, una enorme sonrisa se dibuja en nuestro rostro y nos dan ganas de salir a la calle –el día está soleado– y correr, saltar, bailar y disfrutar de la vida, el homenaje de YLT a los Beach Boys. Con esta canción empiezan las observaciones “adultas” de Ira, Georgia y James.

“Padde Forward”, la cuarta canción, regresa a esos sonidos que nos remiten a cuando YLT salía de gira con Sonic Youth y Dinosaur Jr. Para cuando llega el track cinco, “Stupid Things”, las cosas se ponen serias. Es una canción tranquila que con calma se pregunta cosas existenciales de la vida. Las observaciones “adultas” están en su punto más alto. “I’ll Be Around” (una de las mejores canciones para mí) es el soundtrack ideal para despedirse de alguien o de algo. Cuando entrevisté a Ira le comenté que esta canción sería ideal para musicalizar el fin del Mundo, a lo que contestó: “Gracias, sería un halago”. Esta canción acústica, sin prisa, sin rabia y con mucha serenidad, está llena de esperanza. ¿Promesas falsas? Quizá, pero al final, algo a qué atarnos y en qué creer.

“Cornelia and Jane” es la primer canción en la que canta Georgia. Una vez más Yo La Tengo le apuesta a una composición sencilla en la que podemos escuchar un tipo de diálogo musical entre todos los miembros; la inclusión de instrumentos de aire le da un toque muy especial. “Two Trains” parece escrita “on the road” en algún trayecto entre Nueva Jersey y otro Estado, o incluso otro país. La canción ideal para musicalizar el final de un interesante viaje que desgraciadamente tiene que terminar.

Pero no todo es melancolía y reflexiones adultas en Fade, “The Point Of It” es un cuestionamiento amable a nuestras acciones –a veces sin sentido, a veces con dobles intenciones–. La música es de nueva cuenta acústica y pausada, la voz de Ira susurra preguntas y da respuestas, el preludio para el fantástico final de seis minutos con “Before We Run”. La última canción de Fade nos levanta el ánimo y nos deja tranquilos, el mundo no se acabó.

Pueden mostrarse ruidosos e hipnóticos, como en ‘Ohm’, ‘Paddle Forward’ o ‘Stupid Things’; romanticones y risueños (‘Is That Enough’, ‘Well You Better’) o buscar con delicadeza la calma más

dominante (salvo en ‘Paddle Forward’, donde aceleran y distorsionan recordando un poco a su mítica ‘Tom Courtenay’) y aunque en la segunda mitad del álbum se relajan como contraste a una primera mitad más enérgica, en ningún momento hacen que el oyente pierda el interés, porque una cosa es ser sutiles y delicados y otra cosa es aburrir y eso jamás llega a suceder. ‘Fade’, paradójicamente, no termina difuminándose en la nada: tras la electrónica suave de ‘Two Trains’ y el folk-drone de ‘The Point Of It’, llega ‘Before We Run’, el genial último corte, nuevamente con la voz de Hubley (a coro en algunas partes con Kaplan) y con un protagonismo de la percusión y unos arreglos de viento y cuerda que le aportan una majestuosidad que hay que agradecer a McEntire, evidenciando el acierto al elegirle como productor. Como decíamos al principio, hay que confiar en Yo La Tengo, pues siempre tienen algo nuevo que ofrecer y pueden hacer mucho casi sin moverse del sitio, con sólo cambiar un par de muebles de lugar. Desde una canción de pop sencillo a siete minutos de hipnosis con infinidad de detalles, su baraja está siempre llena de ases. Empezamos el 2013 y ya tenemos a uno de los mejores discos del año entre manos. Debería ser un buen augurio de lo que nos espera, ¿no?

Fade es uno de los mejores discos que escucharemos este año. Simple, sencillo, sin pretensiones, sereno y con muchas cosas para decir.

absoluta en la acústica ‘I’ll Be Around’ o la nuevamente hipnótica ‘Cornelia and Jane’, donde también resalta la preciosa voz de Hubley, excepción a la regla de las tareas vocales del álbum, dominada en gran parte por Kaplan.

Los medios tiempos son el ritmo dominante (salvo en ‘Paddle Forward’, donde aceleran y distorsionan