a un evento caótico”. Si la velocidad de
expansión al principio hubiera sido más
rápida o más lenta, meramente por 1
60
parte en 10 , la vida no hubiera sido
posible.
Como recordaréis, Albert Einstein
descubrió que la energía no desaparece, sino que se transforma en materia.
Esto significa que todo procede de la
energía/materia del big bang. El universo tiene una unidad materia/energía.
Sin embargo, no hay indicación alguna
de consciencia en esa materia, no hay
razón para pensar que el big bang se
orquestó y ordenó por sí mismo. Eso
deja abierta la cuestión de ¿qué o quién
lo hizo? El físico y escritor científico Paul
Davies comenta: “¿Cuál es la fuente de
esas leyes ingeniosas que hacen posible que un universo surja de la nada?...
No hay necesidad forzosa para un ser
sobrenatural o movedor inicial para iniciar el universo. Pero cuando llegamos
a las leyes que explican el big bang estamos en aguas tenebrosas”.
Aunque la cuestión de Davies lo lleva cerca de la verdad no conecta los
puntos como nosotros lo hacemos. La
teoría del big bang parece encajar bien
con nuestra fe en el Dios que la Biblia
nos dice que creó todo lo que hay, que
incluiría las leyes y las condiciones que
llevaron al big bang.
Aún cuando nuestra fe no descansa
en la teoría científica, la teoría del big
bang parece ofrecer claves sobre la última causa de todo lo que ha llegado a
ser. Como Pablo escribió: “Porque desde la creación del mundo las cualidades
invisibles de Dios, es decir, su eterno
poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él
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creó, de modo que nadie tiene excusa”
(Romanos 1:20).
Dios se ha revelado a sí mismo a
nosotros en sus acciones en la historia.
Esas acciones incluyen la creación, así
como lo que Dios hizo para darse a conocer a ciertos individuos y al pueblo de
Israel. Pero, con diferencia, la revelación
más completa llegó cuando el Dios de
toda la creación entró en el tiempo y en
el espacio, en la persona de Jesucristo,
proveyéndonos así de la revelación de
sí mismo. En esa revelación escuchamos y vemos a Dios como Creador,
Sostenedor y Redentor de toda la historia, desde el principio al fin: “Porque todas las cosas proceden de él, y existen
por él y para él” (Romanos 11:36).
La historia tuvo un principio por medio del Dios Unitrino y culminará con el
retorno de Jesús, el Creador, Salvador,
Sumo Sacerdote, Sabio, Rey de reyes,
Juez y Hermano Mayor de la raza
humana.
El big bang fue simplemente el principio de una historia que sigue abriéndose paso, su historia que por medio de
Jesús se convierte en nuestra, y que
lleva al tiempo cuando Dios cree “unos
nuevos cielos y una nueva tierra” (Apocalipsis 21:1), en los que su pueblo vivirá
eternamente en una amorosa y gozosa
relación con él a través de su Mediador
Eterno, Jesucristo.
Siempre mirando hacia adelante.
1
“In the Beginning, There Was an Atom”- En el
Principio Había un Átomo - The Wall Street
Journal, 8 de mayo de 2014:
http://online.wsj.com/news/articles/SB1000142405
2702304101504579545833041628804.
Verdad y Vida Octubre - Diciembre 2016
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