Verdad y Vida OCT-DIC 2016 | Page 22

CIENCIA Y FE por Joseph Tkach U n artículo reciente del Wall Street Journal (WSJ) citaba  una encuesta mostrando que el 51% de los estadounidenses no creen que el universo empezara por sí mismo, de la nada, con un “big bang”. Lo que más me sorprendió sobre el artículo fue su honestidad al explicar porqué tantos no creían en la teoría del big bang, que es el modelo prevalente en cosmología para explicar el comienzo del universo. El artículo del WSJ decía esto: “Los culpables pueden ser los ‘científicos ateístas’, un grupo pequeño pero muy vocal de pensadores que usan la ciencia para afirmar que no hay Dios. Algunos argumentan que el universo vino a la existencia por sí mismo. En particular el libro de 2012, A Universe from Nothing – Un Universo de la Nada, del físico Lawrence M. Krauss insiste que el big bang sucedió dentro de un completo vacío, y por lo tanto no hay necesidad de un ‘Dios’. Pero la presuposición clave 22 de la conjetura del señor Krauss está falta y en contra de la cosmología moderna. El big bang no sucedió en la “nada”. Tuvo que iniciarse en alguna clase de medio preexistente, conocido por los físicos como la “espuma quántica, aunque 1 no sabemos que es exactamente” . Aunque, como se dice en el artículo, la teoría asume que algo preexistía al big bang, pero Krauss y otros científicos ateos no quieren dejar espacio para Dios en su pensamiento. Ese punto de vista me recuerda la vieja canción de Billy Preston, “Nothing from Nothing” [Nada de la nada], una idea mucho más consistente con la teoría actual del big bang ¡que con cualquier interpretación ateísta! La idea del big bang fue concebida por vez primera en 1927 por el sacerdote católico romano, Georges Lemaître, que también era un astrónomo y físico. Hasta entonces la teoría aceptada era Verdad y Vida Octubre – Diciembre 2016 www.comuniondelagracia.es