Verdad y Vida Julio-Septiembre 2017 | Page 16

Parece que nuestros vigilantes esfuer- zos para impedir que nadie “convierta la gracia en una licencia para pecar” han dado como resultado, irónicamente, nuestras artimañas para convertir el pe- cado en una barrera para aceptar la gracia. La iglesia promete gracia, pero luego proclama condenación. La iglesia da los titulares del evangelio, pero a continuación predica el infierno de fuego eterno. La iglesia enmascara su anzue- lo moralista con el cebo del evangelio, lo lanza sobre la presa inadvertida y luego la hunde en la bandeja de grasa ca- liente de la salvación por obras. Considera como se ara el evangelio bajo el incansable glaciar de la “correc- ción” denominacional, la “exactitud” doc- trinal y de los “estándares” de conducta. Iglesia Cristiana contra iglesia Cristiana, riñendo por la fraseología, la terminolo- gía, la vestimenta correcta, la posición política, donde se sienta quién, los esti- los musicales, la arquitectura… La lista semeja interminable. Parece que todos tengamos al menos una infección leve del virus de “nuestra forma es la de Dios, así que muere hereje”. La doctrina correcta es importante, pero no necesitamos mirar más allá del Credo Niceno o el Credo de los Apósto- les para aquellos “temas” doctrinales que importan realmente. Sin embargo, muchas iglesias cristianas todavía nie- gan la comunión a otros creyentes que no pertenecen al nombre de la rama denominacional correcta, o que no han pasado por todos las cribas teológicas requeridas. El mensaje fundamental del conduc- tismo religioso: “Compórtate bien (de acuerdo a nuestros estándares particu- 16 Verdad y Vida Julio – Septiembre 2017 lares), o vas derecho al infierno”, entie- rra el evangelio bajo varias capas de pedantería religiosa hipercrítica y de medidas correctivas. Eso no es el evan- gelio, es religión. Mantiene a la salva- ción como si fuera alguna clase de fan- tasma guiado por el palo y la zanahoria, al que se le da alcance solo a través de toda una vida de incontables buenos hechos. Es una mentira que consume el alma en contra de la verdad de Dios. Jesús no trajo alguna marca “nueva y mejor“ de religión. Él trajo el evangelio, que es buenas noticias para los pecado- Por medio de Jesucristo Dios ha destruido todos los informes, todos los registros de los deberes y todas las órdenes de detención en el mundo, y le ha dado a todas las personas un informe penal limpio y una invitación dorada a la vida eterna. res, que todos lo somos. Por medio de Jesucristo Dios ha destruido todos los informes, todos los registros de los de- beres y todas las órdenes de detención en el mundo, y le ha dado a todas las personas un informe penal limpio y una invitación dorada a la vida eterna. Solo que algunos de nosotros pare- ce que “no queremos caridad”. Al con- trario, nos sentimos como si hubiése- mos sido o, por medio de la disciplina y la devoción, nos hubiésemos convertido en la suerte de persona justa y recta en la que Dios apropiadamente podría de- rramar la vida eterna. www.comuniondelagracia.es