La niña salió de donde estaba escondida y dijo:
- Tú si eres un árbol misterioso, ¡Yo lo sabía! desde el principio en que te vi, pero no
sabía que podías moverte y hablar.
El árbol le dijo:
- Yo soy un árbol muy misterioso y amable -.
La niña a partir de ese momento jugo con el árbol, y por eso ella lo llama el árbol
misterioso.
FIN.
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