MARÍA PAULA GÓMEZ BERNAL
É
rase una vez un árbol querido por todo el mundo y sus alrededores, se
llamaba “Gus Gus”, el día de su plantación sus tutores hicieron el mayor
esfuerzo para que Gus Gus quedara
lo mejor posible para
su
crecimiento y desarrollo, pero Gus
Gus no era un simple árbol, él tenía
algo en especial, sus hojitas tenían
frutos mágicos; la gente de su
alrededor empezaron a mirar los
frutos de tan precioso árbol,
lastimosamente la gente empezó a
robar los frutos de Gus Gus, por eso
sus tutores hicieron hasta lo
imposible para que su arbolito
quedara de nuevo bien como en un
principio, pero para eso necesitaban
el ánimo y la energía de sus tutores;
ellos empezaron a trabajar hasta
que Gus Gus volvió a la normalidad,
pero les faltaba un detalle, a Gus
Gus no le crecían frutos, ya no
florecían tan rápido, pero por suerte
sus tutores arreglaron ese detalle, y
con esa ayuda Gus Gus volvió a ser
el mismo árbol mágico.
FIN.
63