Veintiún Ángeles IED Adoptando un árbol | Page 56

ANDRÉS FELIPE PERILLA GRANDAS E l jardín estaba cercado en todos los lados por una elevada pared de piedra, salpicada y con manchas de un liquen amarillo, gris y blanco de crema, hacia el costado este había una pared, tenía un par de puertas altas de madera oscuras que se abrían hacia un largo camino, que va hacia el oeste, pero tenía una pequeña abertura entre dos arbustos terriblemente puntiagudos, también había una puerta rayada y desgastada, en forma de Eco y de color verde botella, con un pesado barco de hierro forjado para sostener el picaporte que la mantenía cerrada; al otro lado de esta puerta había un prado de unos dos acres, se encontraba a un lado por la misma pared del jardín. Por el otro lado, había un seto de espinas, también habían venados y conejos; en los otros dos lados, por un poste de madera y baranda, había en el centro de aquel Prado un árbol enorme y antiguo le habían señalado con orgullo, lo llamaban “MiniPapi”; su padre Joseph no eran propenso a grandes muestras de emoción y parecía que guardara todas sus emociones para el trabajo. Joseph no comprendía muy bien de todo, excepto lo que se trataba de dinero y como trabajar para hacerlo, pero en su jardín había magníficos árboles, los cuales él protegía con su vida, ya que este ocultaba un gran misterio; este estaba lleno de unas magníficas hojas, las cuales quitaban todos los males, por eso lo tenía oculto 54