Ted escondió la semilla donde sus padres no la encontraran y donde callera el sol,
él la regaba, la cuidaba y charlaba con ella cuando no estaban sus padres.
Ted le tenía mucha confianza a la abuela, que le quiso mostrar cuanto había
crecido el árbol.
Pero cuando le iba a mostrar se dieron cuenta que el árbol podía hablar y observar,
era tanto el afecto, el amor y el cuidado, que ese amor creció mucho más en el
corazón del árbol, formando sentimientos.
Una tarde al árbol le dio curiosidad que había en el exterior, ya que podía ver pero
no salir, el árbol al ver tantos electrodomésticos y mucha contaminación se
entristeció y se deprimió; cuando estaba entristecido el vecino, que era adicto a los
electrodomésticos se dio cuenta de que había un árbol real en la casa de Ted, y
llamo al hombre que invento la nueva tecnología para que se encargara de ese
árbol, porque él fue quien escondió las semillas y talo todos los árboles. Días
después el árbol se deprimió demasiado, tanto que empezó a deshidratarse y
hablaba muy poco, pero tampoco le contaba a Ted lo que ocurría.
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