VE-SEPTIEMBRE.pdf Sep. 2014 | Page 78

Permíteme ser tu aire, cada uno de tus suspiros, y así atrapar poco a poco ese dolor que ahoga tu sentir. No me importa si al hacerlo desgarras mis brazos, desangras mi piel; porque tu grito silente quedará ahogado en mí, de la misma forma que tantas veces tú abrazaste cada una de mis penas. Así reconozco lo que me has amado, con la fuerza de la pasión y la renuncia; es tan puro lo que siento, que merez