VE-SEPTIEMBRE.pdf Sep. 2014 | Page 42

Las hermanas eran muy distintas entre sí; Penélope era sombría, fría y de apariencia poco agraciada por un horrible accidente siendo un bebé; nadie sabe cómo se cayó de la cuna una noche golpeándose muy fuerte, lo que le provocó un corte profundo en la frente. La cosieron pero le quedó una cicatriz muy grande. Además le había generado un problema en la columna que la obligaba a encorvarse. Florencia en cambio, era una de extraordinaria belleza, sencilla, cálida, ingenua. No jugaban juntas, pues a Penélope no le gustaba hacerlo. Cada cual en sus asuntos y así transcurría la vida. Una noche, Florencia se fue a dormir más temprano que de costumbre. Se despertó al rato muy angustiada a raíz de un sueño perturbador. Soñó con su abuelo muerto que lo veía bajar de su vieja camioneta; lucía radiante. Todo era muy real, estaba feliz. Hasta que en un momento bajó la vista, la volvió a subir para verlo caminando sin cabeza y sangrando a raudales. Se despertó angustiada, el amanecer la encontró despierta. Durante las próximas noches los sueños de terror se sucedieron hostigándola sin piedad. Perturbada, se volvió sombría, muy retraída. Penélope notó el cambio en su hermana; lo gozó. Los padres también lo percibieron. Intentaron hablar con Florencia pero ésta no quería hacerlo. Su hermana comenzó a burlarse y a torturarla con frases como: “Te vas a morir, tonta” u, “otra noche sin dormir”. Su maldad daba escalofríos. Florencia se recluía en su interior cada vez más, al punto que no comía, no dormía, no hablaba. Su hermana estaba totalmente feliz de ver a su hermana en ese estado. Hasta que una noche ocurrió algo totalmente inesperado. 38