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"En el mercado inglés hay muchas artistas que cantan con su guitarra, pero en español no hay ninguna, así que me dije: Esto me va a hacer diferente". Como la hace su estilo musical. Una fusión sabrosa de ritmos: -desde folk y pop, hasta country y cumbia- siempre salpicados de temas sociales.
"Hace poco escribí una salsa y colaboré en la compilación Desert Roses & Arabian Rythms (No. 8 en Billboard mundial) con el gran maestro Simon Shaheen.
Siempre he pensado que más allá del mercado
hispano o anglosajón, mi lugar está en el escenario de la música mundial".
Su enfermedad, confiesa, la ha hecho mejor compositora y cantante. También le enseñó que hay cosas más importantes que la fama y la belleza.
"Cuando perdí mi cabello por el tratamiento, me di cuenta que tengo una cabecita con dos lunares, muy linda y redonda".
Y además, un público que la aprecia mucho.
"La primera semana que compartí la noticia, me llegaron 6 mil e-mails de mujeres víctimas de cáncer, de sus maridos, de sus hijos... Fueron ellos los que me convencieron para salir de mi retiro y educar a las mujeres latinas sobre esta enfermedad, que para muchas todavía es un tabú y que las está matando poco a poco".
Como portavoz latina de la fundación Susan G. Komen. Soraya ha llevado su mensaje a todas partes. "A Colombia, en especial, les llevé un mensaje a las mujeres y al pueblo en general, sobre el respeto a la vida, sobre tanta violencia, algo que me duele mucho como Colombiana".
Soraya también tiene cerca de su corazón a Puerto
Rico (donde pidió que realizáramos estas fotos). "Me lancé como cantante ahí, escuché mi primer tema, e hice mi primer número en la radio de allá, y a un año de mi enfermedad todavía recibo 300 cartas de apoyo de la isla... Los quiero mucho"...
Y también tiene mucha fe en su sanación y que su cruzada de información a las mujeres latinas salve vidas. Hoy, además de abrazarse fuerte a su guitarra, lleva colgado de su pecho siempre, el rosario de su abuela.
Dos lunares y 6 Mil e-mails
Entrevista publicada en "Cristina" (la revista)
¡Gracias a Blanca Herrera por
compartirnos este material!