Travesías didácticas Nº 30 • Abril 2019 | Page 80

¿Cómo proyectamos lograrlo? Partimos de qué entendemos por familia. El concepto de familia se ha modificado en relación con las condiciones concretas del contexto. Los modos de adaptación que encuentran los grupos familiares para enfrentar las situaciones de adversidad del contexto se hacen “texto” en las instituciones educativas y plantean desafíos para reflexionar sobre la tarea docente. Cuando una familia decide el ingreso de uno de sus miembros a una institución escolar, el ciclo vital de ese grupo atraviesa un cambio significativo. Pasar de la crianza en familia a la crianza compartida produce situaciones de crisis. La idea de crisis implica una ruptura favorable y necesaria para el crecimiento del niño y del grupo familiar; supone la pérdida de la situación anterior que brindaba seguridad. Si tenemos en cuenta esto, estaremos en mejores condiciones de articular nuestras propuestas con la comunidad, con cada familia y por ende educar en colaboración. Imprimiendo intencionalidad pedagógica a las relaciones cotidianas. Esto supone el compromiso de la institución y de sus docentes de considerar el cuidado como acción pedagógica. Conociendo el sentido y el significado que cada familia atribuye a las actividades de crianza, a las normas. El mundo adquiere otras dimensiones con la incorporación de los/as niños/as a la vida escolar. Resulta necesario conocer a las familias y trabajar en forma conjunta. El docente tendrá que acercarse, informar, preguntar, conocer y comprender el ambiente inmediato de cada niño/a desde una perspectiva pedagógica. La interacción con las familias es un propósito del Proyecto Escuela y no solo el compromiso de un docente. Informando sobre el qué y el cómo de la tarea de enseñar en el Jardín Maternal. Cada acción de cuidado intencional hacia el/la niño/a es una acción pedagógica que resignifica rasgos de la crianza familiar. Incluyendo espacios de reflexión entre pares, mirarse, escucharse y escuchar, ofrece un “espejo” en el que cada uno puede recibir y dar otro punto de vista de sí mismo y de la tarea que realiza. Este “mirarse” es necesario para comprender el punto de vista del otro y para afianzar las diferencias como sujetos singulares. La propuesta es pensar estrategias para que estos primeros encuentros con los niños/as y sus familias, se conviertan en momentos inolvidables. ¿Cómo?: • 78 Permitiendo que a través de las entrevistas familiares la vida personal de estos niños y niñas ingrese en el jardín.