El proyecto Panambí invitaba al liderazgo compartido. Por lo general compartían el trabajo
cotidiano una maestra de inicial y un profesor educación física o un músico que bien podía no
ser profesor titulado pero daba cuenta de su experticia. Cada uno aportaba desde su
especificidad. Pero no sólo eso: juntos co-coordinaban el grupo. 7
Una de las cuestiones que requirieron mayor trabajo conjunto tuvo que ver con poder correrse
de las representaciones instaladas acerca del rol docente y cuestionar su ubicación como
referente y protagonista omnipresente de lo que sucedía en la sala. Facilitar el protagonismo
de los miembros del grupo de niños requiere docentes dispuestos a asumir los riesgos, a
gestar espacios para que se despliegue la autonomía, para la toma de decisiones, para que
los mismos niños asuman el liderazgo en la coordinación de una propuesta o de un trabajo en
subgrupos.
Implica asumir la coordinación como un acto de confianza en los otros.
Implica también, despojarse de la tentación de la manipulación 8 en la situación grupal (quizás
uno de los mayores riesgos). Como pasajeros de la experiencia escolar, hemos vivido las
múltiples formas que adquiere ese modo de ser al frente de un grupo: en el manejo
discrecional de los grupos de aprendizaje, la asunción de actitudes autoritarias y/o
prescriptivas que condicionan la adquisición de autonomía, en la rigurosidad en el ejercicio de
la norma, las sanciones y otras muchas y diversas formas del ejercicio de la autoridad. Por el
contrario, diría Percia, “coordinar un grupo es hallar una manera de escapar a ese peligro”.
Para seguir pensando…
“El lugar de la coordinación tiene relación con el protagonismo del tiempo y no con el
papel principal del coordinador. Coordinar es dar. tiempo para que cada uno tenga
oportunidad de recuperarse en sus actos, sus palabras y sus modos de estar con otros.
Supone saber intervenir a tiempo para que otro se encuentre como protagonista”. 9
La observación como fuente de conocimiento
“Observar es buscar. Es una exploración intencionada que intenta
descubrir el significado de lo que ocurre.” Pichón Riviere
7
En la década del 70 comienzan las primeras incorporaciones masculinas en los profesorados de Educación Superior de
Nivel Inicial con escasa matrícula aún hasta nuestros días. Según datos procesados en 2004, sobre un total de 83.681
docentes de inicial había un 95,1% de mujeres y un 4,9% de varones. En 2017 en Provincia de Buenos Aires, sobre un total
de 19.967 maestras y maestros de nivel inicial, solo hay 67 varones en el sistema.
8
Se entiende aquí por manipulación el manejo discrecional del adulto en los grupos de aprendizaje, la asunción de actitudes
autoritarias o prescriptivas que condicionan el manejo autónomo de los pequeños
9
Percia, Marcelo: Notas para pensar lo grupal. III.La unidad de lo grupal. Lugar Editorial Buenos Aires 1997.
19