Travesías didácticas Nº 30 • Abril 2019 | Page 15

la multiedad. Un ejemplo de esto es la organización de los momentos de “abrir las puertas”. Cada día, en un horario establecido, se propone a los pequeños integrarse a propuestas que se desarrollan en diferentes escenarios. Las actividades son coordinadas por alguno de los maestros y los pequeños conocen con anticipación de qué se trata cada una. Eligen sabiendo que habrá otras oportunidades para seleccionar algunas de aquellas por las cuales no opte ese día. Y lo saben porque esta dinámica está incorporada como rutina, o sea, como parte de la modalidad del jardín. Las propuestas son variadas, planificadas con anticipación y tienen continuidad en el tiempo (se sostienen por ejemplo a lo largo de 4 semanas) Contemplan actividades artísticas – expresivas, literarias, de exploración de materiales y construcción, por ejemplo. La forma de trabajo toma como referencia el encuadre metodológico de las escuelas Reggio Emilia. Esta propuesta de Puertas abiertas tiene su anclaje también en Argentina: desde hace más de 10 años, algunos jardines comunitarios de la Ciudad de Buenos Aires, pertenecientes al Programa Primera Infancia lo han adoptado. Veamos un ejemplo: “Puertas abiertas” en El Globo Rojo Se trata de un jardín comunitario de gestión asociada ubicado en el DE 19 y que recibe a niños de 45 días a 3 años. Incluye en su propuesta pedagógica esta modalidad de trabajo. Los niños de uno, dos y tres años aprenden a elegir. Comparten con otras maestras y maestros escenarios lúdicos preparados especialmente para ese momento donde se desarrollan actividades seleccionadas, desafiantes y muchas veces novedosas (los maestros evalúan previamente la pertinencia de incluir material desconocido por los pequeños y cómo hacerlo). La modalidad se instrumenta desde mediados del ciclo lectivo y se despliega a partir de una planificación detallada del equipo docente que tiene en cuenta: • • • • Los momentos de los grupos y las cuestiones individuales de los pequeños, la preparación de los ambientes y su reorganización, las propuestas más convenientes y la decisión acerca de qué docentes van a coordinar cada espacio de trabajo. Todo el jardín participa: maestras y maestros, personal de cocina y colaboradores del jardín, e inclusive padres en ocasiones, se involucran en la organización y colaboran luego en el desarmado de los escenarios. Conocen lo que se va a hacer y están a disposición para colaborar si la situación lo requiere, por ejemplo, asistiendo a los que necesiten ir al baño o bien, acompañando y planteando alternativas a quien no desee participar de la actividad (a la manera de maestro/a volante, con una mirada abarcativa del conjunto de las propuestas). La evaluación posterior muestra que los pequeños van desplegando poco a poco su 13