Proponiendo un “Día del Niño”...
Lic. Gabriela Ramos
con el universal masculino creyendo que están incluidas las nenas en esta
designación. Por eso, podríamos redefinir ese festejo como el “Día de los niños y las
niñas en el jardín” y es importante decirlo en plural para confirmar que no existe un niño
ideal, un concepto esperable de lo que significa ser un niño, sino que todos-as con sus
diferentes manifestaciones puedan sentirse incluidos-as en este festejo.
Si bien el “día del niño” históricamente se festejaba el primer domingo de agosto, a
partir del 2003 y en coincidencia con Chile, la Cámara del Juguete pidió el cambio
porque muchas familias aún no habían cobrado su sueldo. A partir del 2013 pasó a ser
el 3er domingo de agosto. Así comprobamos cómo una fecha de reivindicación de
derechos se transformó en una fecha puramente comercial.
Muchas veces, el jardín de infantes no queda ajeno a esta movida capitalista. El equipo
docente, acostumbra a preparar "regalitos" para esa fecha. De acuerdo a la situación
económica de cada institución, las-os docentes buscan diferentes alternativas. Y aquí
entramos en un terreno digno de analizar: juegos y juguetes no sexistas. ¿Cómo hacer
para ofrecer variedad de propuestas que no sean tendenciosas en cuanto al refuerzo
de los estereotipos de géneros? ¿Cómo salir de las tradicionales ofertas que hace el
mercado y que se visualizan en cualquier supermercado de juguetes colocados en
góndolas separadas por color? Hebillitas, lápices de colores, anillitos o pulseras para
ellas y pelotas, bolitas, figuritas, para ellos… Tarjetitas con elefantitos, autos y gatitos
para unos y flores y corazones para otras. Ya sabemos que no hay colores con sexo,
que rosa y celeste pueden ser usados indistintamente por niños y niñas, nos
esforzamos desde el jardín por ofrecer propuestas de juegos que estimulen la
creatividad, el desarrollo de las funciones lógicas, la destreza y el manejo en el espacio
para unos y otras por igual. A pesar de las innovadoras propuestas didácticas, muchas
veces, en tren de economizar recursos caemos en la trampa del mercado…
Tal vez, ofrecer variadas alternativas y permitirles elegir, permitirles que cambien el
regalo que les tocó y favorecer la aparición de muñecos sexuados desde la sala,
conversando con las familias sobre estas cuestiones sea una contribución a una
sociedad menos sexistas, más equitativa y democrática. Sobre todo pensando en que
pueden habitar nuestras salas niñas-niños que no se sientan cómodxs con la imagen
corporal que le estamos devolviendo y empiecen a convulsionar nuestro modo binario
de pensar la infancia, tal vez haya más niñxs(2) de lo que podemos vislumbrar en el
horizonte de nuestras salas.
(2) Se usa la “x” para dar visibilidad a los-as niños-as transgéneros en el nivel inicial.
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