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Ciencia Ficción Pura y Dura

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Existía un palacio de mármol de columnas de oro de varios cientos de metros sosteniéndolo con tres ventanas que daban a los tres soles y una cuarta de rezo a el planeta sombra, un planeta gigante gaseoso culpable ahora del eclipse, las orbitas de los tres soles girando sobre un eje imaginario había coincidido con sombra otras veces, oscureciendo uno de los tres soles lo que daba origen a los años de luz, un año por cada eclipse parcial, muy similar al año terrestre, coincidía con un cambio de estación breve en el que el planeta luz se enfriaba y gracias a el era posible la vida.

Ahora cien ancianos y ancianas de cada especie sacerdotes únicos que nunca se unirían para tener descendencia, coordinaban desde la montaña acantilada los satélites meteorológicos que daban luz al

planeta, durante los diez días del eclipse dos millones de satélites iluminaban más de cien kilómetros cuadrados, un anciano acuático con una voz profunda y aguda habló en el idioma de paz:

.- Turbinas oceánicas óptimas, energía enviada máxima, satélites simulando el mediodía

.- Nos acercamos al verano solar diario dijo un anciano terrestre, cuidado llevo surcando los mares desde niño con peligro de convertirme en dador aunque con honor de alguna vez serlo y las tormentas en el océano en verano solar acaban con los sueños.

De repente una hermosa figura alada de mujer bajo del balcón de rezos y dijo:

.- Jonás que piensas, mírame, he montado en cinco tornados en mi vida, deja tus miedos por nosotros por que en la montaña los miedos los dejamos cuando dejamos la lucha de la vida para no tener hijos en el juramento, yo seré dadora en el cielo, pan de cielo seré y solo con eso ya no tengo miedo, hermanos gritad

en letanía todos juntos:

.-Yo seré pan, pan en la tierra en las aguas y en el cielo, el pan llenará el mundo y seré todos y todos serán en mi pan.

.-¡Claudia, Claudia! el cielo mirad se oscurece, claudia dejo a Jonás y voló con sus compañeros, es cierto ¡leviatán es un leviatán!, bajad la intensidad de la luz del satélite rápido.

Jonás respondió .-Saúl debemos hacerlo.