The Valley Catholic March 5, 2019 | Page 19

tvc.dsj.org | March 5, 2019 NOTICIAS EN ESPAÑOL 19 “Normas de Cuaresma” – 6 de Marzo Miércoles de Ceniza La Cuaresma se enfoca en dos as- pectos de la vida Cristiana. Primero, recordamos nuestro propio Bautismo y a la vez asistimos a los que se preparan al bautismo con nuestras oraciones y ejemplo. Segundo, es un tiempo para considerar como hemos vivido nuestras promesas bautismales y observamos más intensamente las disciplinas peni- tenciales cristianas en orden de vivir más profundamente nuestra fe, las promesas que hacemos, o las que hare- mos al ser bautizados. Al enfatizar estos dos puntos, la Iglesia se prepara para la Pascua, punto culminante de todo el año litúrgico, en el cual celebramos la resurrección del Señor. Porque nosotros frecuentemente fallamos para vivir nuestro llamado bautismal, nuestros pecados afectan los caminos de nuestra relación con Dios, del uno para con el otro y en el mundo. Por lo tanto, nuestras penitencias cu- aresmales se esfuerzan por alcanzar no solamente una conversión hacia nuestro interior, si no también hacia el exterior ayudando a la reconciliación con Dios, la Iglesia, los que están a nuestro alrededor y con la creación. Así, pues, la Iglesia durante este tiempo de Cuaresma nos anima a vivir más intensamente tres dis- ciplinas penitenciales. Oración, ayuno, y obras de caridad y amor. Oración Durante la Cuaresma, somos ani- mados a participar más frecuent- emente en la Eucaristía y en otras formas de oración comunitaria y personal. También es un t iempo especial y beneficioso para celebrar el Sacramento de la Penitencia tanto como otras liturgias de la Iglesia, tal como la Liturgia de las Horas y la Adoración al Santísimo Sacramento. Otras devociones, como el Vía Crucis, que se puede hacer como una oración diaria, leer la Sagrada Escritura, lectu- ras espirituales, dar limosna, sacrificio personal y aumentar el cuidado por los enfermos y los pobres. Ayuno y Abstinencia Negar o limitarse uno mismo sobre la comida nos recuerda nuestra depen- dencia sobre Dios y el infinito cuidado de Dios por nosotros. Esto también nos obliga a recordar a aquellas per- sonas que ayunan sin escogerlo o por obligación religiosa, pero si por falta de comida en su mesa y de recursos. Durante la Cuaresma, las personas de 18 hasta los 60 años están obligadas a observar los días de ayuno; Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Ayunar significa comer solamente una comida completa al día. Las otras dos comidas deben ser más pequeñas y deben ser suficientes para mantener la fuerza, juntas no deben ser como una comida completa. Es decir, comer porciones de pequeña cantidad. Líquidos, incluyen leche, y jugo de frutas, se pueden tomar entre las comidas. Si la enfermedad o la habilidad de trabajar se ven afectadas, la persona no está obligada a ayunar. Durante los otros días de la Cuaresma el comer modestamente es también fuertemente recomendado. La absti- nencia de carne se debe de observar el Miércoles de Ceniza y todos los Viernes durante la Cuaresma. Todos los fieles estamos obligados a cumplir con las leyes de la Iglesia el de abstenernos de comer carne en esos días. Esto obliga desde los 14 años. Párrocos y padres de familia deberían asegurarse de que los adolescentes no están unidos por la norma de la Iglesia solamente, sino que deben ser catequizados con un auten- tico sentido de penitencia, conversión y reconciliación. Deberes de la Pascua y la Santa Comunión Todos los fieles, después de haber participado de la Primera Comunión, están obligados a comulgar por lo me- nos una vez al año. Este deber, norma o ley, debe de llevarse a cabo durante la temporada de Pascua a no ser que haya sido realizada por alguna causa en algún otro tiempo durante el año. En los Estados Unidos, con referencia a esta norma, la temporada de Pascua es durante el periodo del Primer Domingo de Cuaresma hasta el Domingo de la Santísima Trinidad. (Domingo después de Pentecostés). Sacramento de la Penitencia Después del Bautismo y un esmera- do examen de conciencia, los miembros de la Iglesia Católica están obligados a celebrar el Sacramento de la Penitencia si conscientemente se ha cometido un pecado grave y no ha sido confesado o mencionado en confesión individual. Es recomendado también confesar los pecados veniales. Los fieles adultos son suficientemente capaces para entender que ellos son pecadores se están obliga- dos a confesar pecados graves por lo menos una vez al año. Comencemos, pues, nuestro pro- grama personal para la Cuaresma. Una forma de serlo es hacer un alto para preguntarnos si pensamos como Jesús pensaba, si tenemos sus mismos criterios ante las formas de ver la vida. ¡Intentemos vivir como él vivía en esta Cuaresma 2019! Podemos empezar leyendo el texto del Evangelio del Miércoles de Ceniza. (Mateo 6, 1-6. 16- 18) Ahí, encontraremos los tres puntos clave. Limosna, oración y ayuno. Extendiendo Nuestro Alcance Por Carolina Scipioni Fundación de la Comunidad Católica El 9 de febrero de 2019 nos reunimos en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús para nuestro primer Seminario de Planificación de Herencias y Legados Caritativos en español. Desde que comenzamos a ofrecer estos seminarios el año pasado, sabía- mos que queríamos extender nuestro alcance a nuestra comunidad católica de habla hispana que se encuentra en constante crecimiento. Después de un año de aprendizaje y práctica, nos senti- mos listos para comenzar. Sin embargo, como es de esperarse cada vez que uno intenta algo nuevo, teníamos un poco de miedo y ansiedad sobre lo que suced- ería. ¿Podríamos traducir los materiales a tiempo? ¿Encontraríamos un abogado de planificación patrimonial para pre- sentar en español? ¿Vendría la gente? Por suerte, contamos con el apoyo y entusiasmo del Padre Walter Suárez y el personal de la parroquia. No solo hicieron un trabajo fenomenal en la promoción del evento, sino que tam- bién invitaron personalmente a todos los diferentes grupos parroquiales. Sus esfuerzos dieron fruto. A pesar de la fuerte lluvia y ráfagas de viento de ese viernes por la noche, 115 feligreses asistieron al evento para aprender sobre la planificación de la herencia familiar y reflexionar sobre la posibilidad de dejar un legado para nuestra comunidad de fe. Toda la ansiedad que habíamos sen- tido antes del evento fue reemplazada por una sensación de paz y alegría tan pronto como el grupo de jóvenes de la parroquia, “Jóvenes para Cristo”, co- menzó a tocar su música y cantar. ¡Que linda experiencia! Me sentí bienvenida en la comunidad y supe que iba a ser una gran noche. El Padre Walter comenzó el evento guiándonos en oración y compartiendo su perspectiva bíblica sobre la planifi- cación patrimonial. “Durante nuestras vidas,” comenzó, “cada uno de nosotros está llamado a ser un buen administra- dor de lo que Dios nos ha confiado. Y parte de ser un buen administrador, es planificar lo que sucederá con nuestros recursos una vez que nos unamos a nuestro Padre en el cielo.” El padre compartió una historia personal para ilustrar, de una manera alegre, que a ninguno de nosotros nos gusta pensar en morir, pero que reunir documentos que ayudan a planear el final de la vida y tomar decisiones desde el principio es importante para todos nosotros. “Como católicos,” agregó, “queremos que nuestros legados sean in- tencionales y no podemos dejar legados importantes sin discernir qué queremos dejar cuando dejemos este mundo.” Después de esta maravillosa intro- ducción, Jennifer Ramírez, una abogada de planificación patrimonial que colab- ora con la Fundación de la Comunidad Católica, presentó los conceptos básicos de la planificación patrimonial y nos enseñó diferentes escenarios. Explico lo que pasa al morir sin un plan patri- monial, al morir con un testamento y al morir con un fideicomiso (Trust). Cada uno de estos escenarios no solo tienen implicaciones financieras, sino que, lo que es más importante, presentan dife- rentes grados de carga emocional para las familias que dejamos atrás. Después de la presentación de Jen- nifer, tuve el privilegio de ayudar a la audiencia a reflexionar sobre los legados católicos que, como buenos adminis- tradores, queremos dejar para nuestras comunidades de fe. Como lo han hecho otros que vinieron antes que nosotros, intrínsecamente todos queremos ayudar a construir y preservar la fe para las generaciones futuras. Esta presentación mostraba las formas en que algunas personas eligen hacer esto a través de un legado caritativo en su testamento o fideicomiso, o bien designando a la parroquia como beneficiaria en un plan de jubilación, póliza de seguro de vida o una cuenta bancaria. Al final del evento, el feligrés José Orozco compartió con nosotros su gratitud: “Esta información me pareció extremadamente valiosa. Tenía una idea general de lo que iba a ser el seminario, pero no me di cuenta de que había tantas cosas que considerar y planear. Ni siqui- era sabía que podríamos proveer para nuestra parroquia en nuestros planes de herencia. Nunca se me ocurrió.” Nosotros en la Fundación Católica es- tamos agradecidos por esta oportunidad de traer información valiosa y presentar este mensaje de corresponsabilidad cristiana a nuestras comunidades en la Diócesis de San José. ¡Esperamos con ansias la próxima oportunidad! Si desea que su parroquia sea sede de uno de estos eventos en inglés o español, comuníquese con Car- olina Scipioni al (408) 995-5219 o [email protected].