The Valley Catholic March 19, 2019 | Page 15

tvc.dsj.org | March 19, 2019 NOTICIAS EN ESPAÑOL 15 Cultivando durante la Cuaresma la Formación de Fe para Adultos Por Lupita Vital Directora Apostolado Hispano [email protected] La meta de la catequesis es la de ayudar a las personas a desarrollar una fe madura – una fe que pueda acercarlas a una relación íntima con Cristo Jesús. Aunque una fe madura puede realizarse en cualquier edad, son los adultos los más capaces de responder libre y completamente al mensaje del Evangelio y transfor- marse por medio de él. Por conse- cuencia, la catequesis para adultos tiene la más alta prioridad en la mis- ión catequética de la Iglesia. La formación en la fe del adulto, por la cual las personas consciente- mente crecen en la vida de Cristo por medio de experiencias, reflex- ión, oración y estudio, debe ser “en las parroquias debe ser una opción central la catequesis de adultos,” y así se convierte en “el eje en torno al cual gira y se inspira la catequesis de las primeras edades y la de la tercera edad.” Estas palabras fueron escritas por los Obispos de los Estados Unidos en la Declaración Sentíamos Arder Nuestro Corazón: Un Plan Pastoral de Estados Unidos para la Formación del Adulto (# 5). En orden de despertar el entusi- asmo que renueve el ministerio de la formación de adultos en este país. Los Obispos hicieron énfasis en la formación de fe del adulto, la cual no debe ser interpretada, con el mismo énfasis de la catequesis de los niños. Sin embargo, ellos hicieron notar que ambas son de vital importancia y necesarias para la vida de la Iglesia. La formación de fe del adulto toma diferentes lugares y caminos en las parroquias. Por ejemplo, la formación de fe del adulto puede darse durante las homilías, en los anuncios del boletín, Rito de Ini- ciación Cristiana de Adultos (RICA) y durante los programas sacramentales para los padres y madres de familia, padrinos y madrinas, preparación matrimonial, estudio de la Sagrada Escritura, pequeñas comunidades de base, catequesis familiar y en los diferentes programas durante la Cu- aresma, Pascua y Adviento. Durante la Cuaresma, de hecho, las actividades y eventos de cada par- roquia deben ser una ocasión para la formación de fe del adulto. En la multicultural Diócesis de San José, California son aprovecha- dos todas las expresiones de fe de las diferentes comunidades, para ayudar a los adultos a continuar en su peregrinar en la fe. (La comunidad Hispana madura y transforma su fe con; Las Posadas, Fiesta de la Virgen de Guadalupe, Navidad, Cuaresma con sus Vía Crucis, la Pascua, Día de todos los Santos y Difuntos etc.). Para que la formación de fe del adulto llegue a transformarse y sea viva en su vida cotidiana, debe to- marse en cuenta: la cultura, idioma, costumbres y tradiciones del lugar de donde proceden las personas. Las parroquias que abren sus puertas a la catequesis de adultos deben ser sensibles a las expresiones de fe de los adultos. Haciendo memoria, re- cordemos que el V Encuentro sigue siendo un puente de formación para los adultos que continúan fortaleci- endo su llamado bautismal con su ex- periencia y formación al discipulado. Recordando a San Juan Pablo II “En el Secreto del Corazón” En el Secreto del Corazón. La Cuaresma es un tiempo que nos invita a entrar dentro de nosotros mismos. Es un tiempo de intimidad particular con Dios en el secreto del corazón y de la conciencia. En esta in- timidad interior con Dios es donde se realiza la obra esencial de la Cuaresma: la conversión. En el secreto interior, en esta in- timidad con Dios, en la total verdad del corazón y de la conciencia resuenan las palabras del salmo de la liturgia de hoy, una de las confesiones más profundas que el hombre y la mujer jamás ha presentado ante Dios. “Mi- sericordia, Dios mío, por tu bondad/ por tu inmensa compasión borra mi culpa/lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces” (Ver Salmo 50,1-6). Son palabras que purifi can, palabras que transforman. Transforman al hom- bre y a la mujer interior. ¡Recitémoslas a menudo durante esta Cuaresma! Y sobre todo, intentemos renovar el es- píritu que las anima, el soplo interior que ha dado a estas palabras una fuerza de conversión. Porque la Cuaresma es esencialmente una invitación a la conversión. Las obras de piedad de las • que habla el evangelio de hoy abren el camino a esta conversión. ¡Ejercité- monos en ellas en lo posible! Pero, en primer lugar, busquemos encontrarnos con Dios interiormente en toda nuestra vida, en todo lo que la confi gura, para llegar a esta conversión profunda de la que habla el salmo penitencia de la liturgia de hoy. San Juan Pablo II (1920 -2005), Papa Homilía Cuaresma de l983 Refl exiona: • ¿Cómo pondré en práctica las obras de misericordia en esta Cuaresma? • ¿Qué me anima sobre lo que nos dice San Juan Pablo II? ¿Por qué la Iglesia invita a la conversión en la Cuaresma? Padre Nuestro: Padre nuestro que estás en el cielo, santifi cado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén Oración: Dios de Misericordia, confiamos, en tu amor compasivo, para que nos muevas al servicio de los pobres, de los sin techo y los que sufren. Ayúdanos a ser testigos de tu presencia en nuestra vida diaria, para que así, lleguemos a compartir lo que Tú generosamente nos has dado con los más necesitados. Amén. Lupita Vital C. Directora del Apostolado Hispano Diócesis de San José, California [email protected] El Papa Francisco aparece por primera vez en el balcón central de la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 13 de marzo de 2013. El 13 de marzo celebró su sexto aniversario como papa. (Foto CNS-Paul Haring)