Caras adustas que enclaustran misterios
Caras sonrientes que develan
felicidad o falsedad en extremo
Caras desdibujadas que buscan sus líneas
entre coloridos cielos
Caras rendidas ante el dolor que se enjaula
en corazones zurcidos con hielo
Caras con intenso y etéreo color de vida
Que habita en sueños de mujeres de todas las épocas
Azul y gris cielo, de caras simples sin dueños.
Caras mestizas que se sienten solas en el
tornado de prejuicios de todos los tiempos
Caras que no encuentran la forma de decir ¡lo siento!
Miradas que buscan calladas a esas caras
que pertenecen ese lacrado silencio
Guardado en cofres donde se
perdieron sus llaves en la
tormenta de rojo
violento.
Laura Dorado Saso