Tamadaba Tamadaba 2017, Nº XX | Page 31

El propio alumnado analiza conflictos reales o imaginarios y presenta posibles soluciones a los mismos. Las sesiones de trabajo con el alumnado se han realizado partiendo de esta temporalización.

El grupo – clase debe decidir junto con su tutora o tutor unas normas consideradas mínimas que regulen la buena convivencia tanto dentro como fuera del aula, basadas en la cordialidad, trato correcto y respeto entre sus miembros. La manera de que sean cumplidas por todos es haciéndoles partícipes en su elaboración, aplicación, seguimiento y revisión.

Mediante los delegados y delegadas de clase se consigue el seguimiento de estas normas y se revisan semanalmente para ver el grado de cumplimiento de las mismas. En este proceso se ponen en práctica la capacidad crítica, la negociación, actitudes de respeto y el compromiso que adquiere el alumnado para aceptarlas y enfadarse con quienes no las cumpliesen, se decide crear un sistema de ayuda entre iguales formado por el alumnado ayudante.

Con este proyecto, en el que se ha implicado la comunidad educativa de nuestro centro, pretendemos mejorar las relaciones del alumnado tanto entre iguales como con el profesorado y personal de servicios (vigilantes del comedor…), crear un buen clima de convivencia positiva, ya que enlazamos nuestro trabajo en el centro con el proyecto de Convivencia positiva del CEP Las Palmas, siguiendo una línea conjunta en la elaboración y puesta en práctica de actividades, estrategias y metodologías que puedan mejorar las relaciones de todas y todas las personas integrantes de nuestra comunidad educativa. El servicio de mediación, aunque está funcionando de manera reciente, está dando muy buenos resultados en la resolución de los conflictos que se han detectado a lo largo del curso, mejorando considerablemente la convivencia, y en particular la de los grupos de clase implicados en este programa de mediación.

Las niñas y niños son los auténticos protagonistas de la mediación entre iguales. Mediante las técnicas ya aprendidas, consiguen llegar a la negociación de sus conflictos de manera satisfactoria, siendo capaces de empatizar con el resto de sus iguales y dialogar sobre los diferentes puntos de vista que se puedan dar en una misma situación.

En nuestro centro se ha conseguido una convivencia positiva y que las relaciones entre toda la comunidad educativa mejore satisfactoriamente. En diferentes momentos de la planificación anual, se han realizado actividades diversas, en las que el alumnado se ha comprometido a participar de forma activa, lúdica y motivado a desarrollar sus cualidades como mediadoras y mediadores para ayudar cuando sea necesario a sus compañeras y compañeros.

El alumnado mediador, se convierte en alumnado ayudante, comprometiéndose en dinamizar los recreos y a que la jornada transcurra organizada, para que todo el alumnado puedan participar y pasarlo lo mejor posible. Esta es la idea que se fomenta desde el centro, potenciando lo que se conoce como Escuelas de la Felicidad. Los discentes aprenden de sus conflictos, refuerzan su autoestima, personalidad y el respeto a los otros, revirtiendo en sus relaciones con la comunidad.

Vídeo del proyecto.



 

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