sus propios círculos de contacto -pareja, familia, compañeros, amigos, etc.
4. Como vimos en el artículo “Los estilos del Padre Mentor” de un anterior número de Talen-
to, el uso de las herramientas características del coaching (escucha activa, preguntas poderosas,
feedback, feedforward, etc.) son altamente recomendables cuando queremos desarrollar a una
persona que ya muestra un alto grado de madurez en el desempeño de una tarea, y desde el
punto de vista del management funcionan mucho mejor que las órdenes, las sugerencias o los
consejos. De modo que hacerte coach incrementará tus competencias como líder de tu equi-
po, así como en eventuales procesos de mentoring en los que estés involucrado como mentor
5. Cada vez más empresas están formando a personas de la propia organización para actuar como
coaches internos, con objeto de contener hasta donde sea posible la contratación de coaches
externos -por lo general bastante caros cuando son buenos- en procesos de coaching cotidianos,
sencillos o de bajo riesgo, y reservar el presupuesto para circunstancias que requieran la interven-
ción de coaches de mayor nivel. Así que a lo mejor hay hueco para ti y puedes hacer sesiones
en tu propia empresa…
Y a esta lista podríamos añadir algunos beneficios colaterales más para el coach (desarrolla la
asertividad, entrena la resiliencia, ayuda a SMARTizar objetivos, refuerza la autoestima, genera
en los demás sensación de confiabilidad, da imagen de madurez ante colaboradores, mana-
gers y clientes, mejora las habilidades comerciales, etc.); pero me basta con los arriba citados.
Es cierto que la mayoría de los profesionales que deciden certificarse como coaches provienen de
actividades relacionadas de una u otra forma con el desarrollo de personas -técnicos de RRHH,
formadores, psicólogos, orientadores, asistentes sociales…) Pero eso no significa que el coaching
no pueda resultar útil para otro tipo de profesiones, de hecho yo diría que para todo tipo. Mi suge-
rencia es que, si estás dándole vueltas a esta posibilidad, consultes lo antes posible con un coach
profesional para pedirle su opinión -si no sabes dónde encontrar uno, habla con algún responsable
de RRHH de tu empresa, seguro que conoce a alguien); investiga un poco, sondea las opiniones de
tus conocidos que hayan pasado por un proceso de coaching; mira a ver qué escuela(s) hay en tu
población, descárgate los temarios y dáselos al coach para que te pueda ayudar a tomar una deci-
sión (es importante que la escuela esté autorizada por algún organismo certificador como ICF, AE-
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