usted intenta caerle bien a todos y conseguir
su aprecio, no podrá tomar decisiones difíciles
sin pensar que tal o cual miembro del grupo
se va a molestar. El proceder igual de bien con
todos, sin tomar en cuenta lo que hacen y sus
contribuciones, hace que las personas que real-
mente valen y aportan al bienestar del grupo
se sientan incómodas”. Creo que no necesita
comentarios.
Otro pensamiento impagable tiene que
ver con los despachos de puertas abiertas.
Powell llama a esta regla “El día que los sol-
dados dejen de traerle sus problemas, ese
día usted dejó de ser su líder”. Y lo explica
del siguiente modo: “La mayoría de líderes
sufren de este mal debido a las barreras que
ponen para que la información fluya de abajo
hacia arriba. Además, lo que nos han enseña-
do y lo que percibimos en el entorno es que
cuando alguien pide ayuda es tildado de débil,
porque consideramos que es incapaz de resol-
ver problemas y aportar soluciones y salidas.
El verdadero líder crea climas en los que eva-
luar problemas es más importante que señalar
culpables”. Ya podían entender esto algunos
managers, ¿verdad?
Y, para terminar, mi favorita: “Disfrute de
lo que hace. No mantenga un paso que le
desgaste. Tómese sus vacaciones cuando le
correspondan, disfrute de su familia”. Cuando
hablamos de trabajo, la pasión y la persisten-
cia están bien, pero ¿por qué no aplicarlas a
los demás campos de nuestras vidas, a las
relaciones con nuestra familia, a hacer cosas
que nos gustan como practicar un deporte
o ir al cine? Según nuestro amigo Powell, “...
los líderes sólo lo son en tanto en cuanto sean
capaces de equilibrar sus propias vidas”. Todo
un golpe directo al workaholismo y a los que
lo imponen en sus organizaciones.
Al margen del resto de aportaciones que
haya podido hacer usted al mundo ejer-
ciendo sus diferentes responsabilidades,
personalmente le doy gracias por estas
reglas y aquella conferencia de 2006, que
generó en mí algunas movilizaciones impor-
tantes. Quién sabe si tuvo usted algo que
ver en el descubrimiento de mi vocación y
consecuente cambio profesional. Le estoy
muy agradecido.
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