TALENTO MAY-JUN 2018 talentoMAY2018 | Page 27

¿Te imaginas que hubiera un punto inter- medio, justo a la misma distancia de atacar que de huir? Un punto que te permitiera mantener una posición firme pero neutra, algo así como: “No quie- ro hacerte daño, pero no voy a dejar que me lo hagas tú a mí”. Sería magnífico permane- cer en él, ¿verdad? Porque te permitiría manejar situaciones de confrontación sin re- sultar agresivo para el otro -lo que desactivaría su necesidad animal de defenderse-, y, al mismo tiempo, te ayudaría a proteger tus derechos sin pasar por la horrible sensación de haber sido avasallado o pisoteado. Pues ese punto exis- te, y le llamamos “ASERTIVIDAD”. Viene del latín “asertum”, que significa “fir- me”. Como dije antes, no es una técnica, ni una herramienta. Es más bien una posición existencial, un derecho a actuar en la vida de forma firme, adulta, resolutiva pero emocio- nalmente controlada. Y todos podemos usar este derecho, si bien hay poca gente que nazca asertiva. El resto hemos tenido que aprenderlo. Ser asertivo tiene muchos beneficios, algunos directos y otros colaterales. Mejo- ra mucho la calidad de las relaciones, pero también la autoconfianza. Enseña a decir “NO”, pero también a pedir un favor, o a de- cir “SÍ” cuando corresponde. Disminuye la cantidad y la intensidad de conflictos, pero también nos ayuda a mantener un diálogo más sano y equilibrado con nosotros mismos. Algo que merece un análisis más deta- llado, por lo que lo desarrollaremos con mayor profundidad en el próximo artículo. 27