TALENTO MAR-ABR 2019 talentoMAR2019 | Page 9

ma de subrayar nuestra empatía y así es comprendido y aceptado por una mayoría de los individuos que lo escuchan y adoptan. Sin embargo, en mi opinión, es prácticamen- te lo opuesto. Si entendemos empatía como el conoci- miento, comprensión y aceptación del otro (no confundir con estar de acuerdo con él), parece poco empático tratarlo según nuestras preferencias (creencias, valores, intereses, etc.). Suena más a egoísmo, en el sentido de que mis preferencias deberían ser el modelo al que el mundo debería aspirar. Poco humil- de, ¿no crees? Yo lo he cambiado por: trata a los demás como a ellos les gustaría ser tratados. ¿No te parece más empático? Unas veces se gana… y otras se pierde Éste es otro dicho de gran circulación y aceptado por muchos de los individuos que conoces. Puede que tú también lo hayas escuchado de tus propios labios. A lo largo de tu vida puedes reconocer epi- sodios en los que las cosas te salieron como deseabas, y sentiste satisfacción. Ganaste. En las otras, probablemente muchas menos, el resultado conseguido distó del esperado y sentiste insatisfacción. Erraste, perdiste. Yo elegí, hace tiempo, cambiarlo por el que da título a este artículo. Su gestación coinci- dió con una fase de mi vida en la que accedí al conocimiento del pensamiento positivo. Una época en la que estaba bastante ocupa- do esforzándome en revisar mis creencias o verdades para elegir entre quedarme con ellas o cambiarlas por otras más poderosas. Cuando le llegó el turno a ésta recuerdo que me pregunté algo así como: “¿Sólo hay dos opciones en mi vida? ¿Ganar o perder?” Fui capaz de diseñar esa pregunta tan simple desde la inquietud que había adqui- rido por sustituir mi mentalidad de hacerme preguntas cerradas por abiertas. Realmente simple… y sin embargo poderosa. La respuesta que encontré fue positivizar la consecuencia de perder. Me decía: “Si fuese capaz de revisar a fondo la vivencia, reflexionar 9