TALENTO MAR-ABR 2019 talentoMAR2019 | Page 19

la pregunta “¿Qué puedes aprender del hecho de que esto te haya sido fácil o difícil?” se convier- te en una reflexión igualmente apropiada para no perder la oportunidad incrementar la auto- conciencia del mentee en cuanto a sí mismo/a. 3º “¿De qué nuevas posibilidades dispones ahora?” El objetivo de esta comprobación es estable- cer un “puente al futuro”, obligando al mentee a pensar en las nuevas opciones que pudieran estar disponibles. Este tipo de preguntas, enca- minadas a conectar aprendizajes con posibles acciones futuras, facilita desarrollar la debida creatividad al tiempo que refuerza la respon- sabilidad del mentee sobre la dirección de su propio proceso. El mentor aquí puede sugerir, mediante un adecuado feedforward, algunas alternativas que al mentee se le pudieran es- tar pasando por alto, pero siempre es útil que esa aportación sólo se realice una vez que el proceso reflexivo del mentee parezca agotado. 4º “¿De qué forma esto contribuye a avanzar en tus objetivos/necesidades?” Hemos dicho que, para evitar un fútil ejercicio intelectual, cada nueva reflexión y/o aprendizaje deberían de estar relacionados con los objetivos y metas del men- tee. Ayudarle a reconectar una y otra vez con éstas es importante si no queremos quedarnos a la deriva en algún momento del proceso. Esto no significa que los objetivos no puedan evolu- cionar a medida que la relación de mentoring lo haga, sino que siempre deberán de mante- nerse como patrón de referencia y medida de la eficacia de las conversaciones mantenidas. algún momento ese conocimiento, facilitan- do nuestro proceso de aprender a aprender. Es útil que este tipo de preguntas no sólo se formulen necesariamente al final de una con- versación, sino en todo momento en el que el mentor crea que puede ser beneficioso para el mentee revisar sus supuestos de pensamiento. Como seres humanos vivimos muchas más experiencias de las que somos conscientes pasando transparentes para nosotros y per- diendo, en consecuencia, la oportunidad de aprender sistemáticamente de ellas. El men- toring, en cuanto a metodología de desarrollo, persigue precisamente implantar ese “hábito” de aprender continuamente de nuestras viven- cias generando nuevo conocimiento a partir de ellas. No hay seminario o master más comple- to y mejor diseñado que el “master de nuestra vida”, y a menudo pasamos por ella sin partici- par muy activamente en aquello que nos hace particularmente humanos: nuestra capacidad de dar sentido y aprender de nuestras pro- pias experiencias y del mundo que nos rodea. 5º “¿Cómo lo sabes?” Probablemente ésta úl- tima pregunta (que no necesariamente se ha de formular como la última) es la más infrecuente en los mentores noveles que he acompañado. A veces, porque sienten que están preguntando algo obvio y que aporta poco va- lor al proceso reflexivo; y otras, porque dan por supuesto que sus mentees conocen la res- puesta. Sin embargo, las preguntas acerca de cómo alguien sabe lo que sabe nos permiten hacer una “exploración epistemológica” tre- mendamente útil para cuestionar, actualizar y/o renovar nuestras inferencias y juicios, algo que, de por sí, constituye una de las bases del proceso reflexivo en mentoring. La única manera de en- riquecer nuestras Estructuras de pensamiento es revisar cómo hemos llegado a construir en 19