TALENTO JUL-AGO 2018 talentoJUL2018 | Page 30

municar su punto de vista desde un equilibrio entre un estilo agresivo y un estilo pasivo de comunicación” - “La asertividad es una estrategia de comunicación que permite defender nuestros derechos y expresar nuestra opinión de manera libre y clara desde el respeto propio y ajeno” - “Comportamiento comunicacio- nal en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos” Sin embargo, la definición más comple- ta y correcta que conozco va más allá de estas tres presentadas a modo de ejemplo. Integra elementos de todas ellas, y los completa con algunos otros que son, a mi juicio, capitales. Como es una definición larga la dividiremos en trozos que explicaremos uno por uno. ciones, pero muy asertivo no es, desde luego. …en el momento oportuno… Y el momento oportuno no es antes de la confrontación (esas típicas broncas “preventivas” que algunas personas disfrutan montando para avasallar a los demás) ni excesivamente después de la mis- ma, porque con la demora exagerada se diluye la relación entre la causa y el efecto. …con la fuerza justa… Y ésta es, precisamente, una de las consecuen- cias de posponer las confrontaciones: que al final, aunque el agredido esté cargado de razón, la perderá cuando explote como una bomba atómica al colmársele el vaso. Como bien dice la Biblia, “…temed la ira de los mansos”. Asertividad es el derecho a… Has leído bien. La asertividad no es una técnica, ni una habilidad. Es un derecho con el que todos hemos nacido. Si no lo ejerces, es también tu derecho, como el que no usa un hospital público cuando lo necesita; pero lo tienes. Y no es lo mis- mo defender un derecho que usar una herramienta. Porque si alguien te negara el derecho a cobrar a fin de mes, por ejemplo, ¿verdad que lo defenderías? ¿A que lo lleva- rías a la instancia que fuera necesaria porque te sentirías vulnerado? Pues esto es lo mismo. …decir lo que quiero decir… Parece obvio, ¿verdad? Ya… pero ¿cuán- tas veces, en medio de una conversación, has cambiado de tema por miedo a la reacción del otro? ¿Cuántas veces te has quedado con la sensación de no haber puesto encima de la mesa lo que querías tratar y luego te sientes fatal por ello? Si ya lo decían las abuelas: “Más vale la cara colorada cinco minutos que amarilla ciento”   …a quien se lo quiero decir… Otra obviedad que no lo es tanto; porque seguro que alguna vez has dicho eso de: “… anda, díselo tú que a ti te hace más caso…”, ¿verdad? Bueno, buscar intermediarios puede resultar tentador para evitar confronta- 30 …respetando los derechos ajenos… Porque el otro tiene derechos, ¡vaya si los tiene! Y a veces, más que tú. Por ejem- plo, un policía de tráfico tiene derecho a que se le presuponga la razón cuando dice que te has saltado un STOP, aunque tú digas que no. Y un juez tiene derecho a enviarte a la cárcel, y tú no puedes man- darle a él. ¿Quién dijo que la vida es justa? …pero respetando en igual medida los propios… Y es que tú también tienes derechos, ¿ver-