TALENTO JUL-AGO 2017 talentoJUL2017 | Page 30

rio para acabar la jornada. Aún así, y a su ritmo, para asegurarnos de que nos ajus- tábamos según sus sensaciones, estu- vimos remontando posiciones el resto de la etapa, lo que supuso un refuerzo emocional extra que sin el percance no habríamos tenido. Uno de los participantes que alcanzamos pedaleaba con la única pierna que tenía. Pertenecía a ese reducido colectivo de valientes corredores que con alguna dis- capacidad se habían atrevido a inscribirse en la prueba. Supongo que será de esas personas que cuando alguien le insinúa que no podrá hacer determinadas cosas como conse- cuencia de su discapacidad dirá: “mira como lo hago”. Observar aquel ejemplo de fuerza y determinación hizo que apretára- mos aún mas los dientes y continuáramos pedaleando. Fue una etapa dura porque se hizo inter- minable aunque las sensaciones perci- bidas nos llenaron de entusiasmo y con- fianza para poder llegar a la meta ese día y los restantes con un tiempo fantástico. no me parecía una buena idea. Ya para- dos, mientras nos las ingeniamos para asegurarlo de nuevo (la cinta americana es un excelente compañero de viaje en este tipo de aventuras), observamos, no sin cierta desazón, como todos los partici- pantes que habían salido detrás nuestra nos sobrepasan y comienzan a desapa- recer en la lejanía tras una nube de polvo y el estruendo que originan las palas del helicóptero. Serenidad y mente fría fueron, a partir de ahí, extraordinarios recursos de valor el resto de la etapa. Los problemas estomacales de mi compa- ñero del alma casi habían desaparecido del todo pero aún nos asaltaba la duda de cómo iba a responder al esfuerzo necesa- 30 Ese día aprendí dos cosas muy impor- tantes para mí. La primera que “menos es más”. Que no necesitamos esperar a tener todos los recursos disponibles para abordar un proyecto. “Lo necesario no es tanto”. Hay personas que no se echan a andar porque esperan a tenerlo todo antes de poner en marcha una iniciativa. No esperes, ¡empieza ya!. Echa a andar con lo mínimo imprescindible. No caigas en esa trampa. Puede ser tu principal boicoteador. De hecho, “tenerlo todo”, se convierte en un lastre que nos retrasa porque nos condiciona, y aún así, en el trayecto para conseguir un objetivo, si sufres un percance, utilízalo como un aliciente para insistir con mayor determi- nación. Llénate de orgullo solventando los incidentes que sin duda van a aparecer y date premios para celebrarlo y así refor- zar emocionalmente esos logros. Mi segundo aprendizaje…, que no hay discapacidad que pueda con la deter- minación humana.