TALENTO ENE-FEB 2019 talentoENE2019 | Page 14

nerviosamente, alegremente, etc, pero también podemos comportarnos de forma distintas e incluso totalmente opuestas. Desde la pers- pectiva del “HACER”, y nuestra identidad es un ejemplo de “hacer” a diferentes niveles, las co- sas pasan a ser más cambiantes y dinámicas. Algo semejante nos ocurre desde la pers- pectiva del “TENER”. Muchas habilidades y cualidades que realizamos las entendemos desde un sentido de posesión; utilizamos expre- siones como “tiene talento”, “tiene capacidad”, “tiene fuerza de voluntad” o “tiene motivación”, como quien dice que alguien tiene ojos azules o pelo rubio; pero una vez más, percibir las cosas desde esta perspectiva las convierte en aspec- tos demasiado inamovibles y difíciles de alterar. El inicio de año es una época en la que habi- tualmente nos proponemos nuevas metas o al menos actualizamos las que nos habíamos marcado; propósitos típicos como perder peso, conseguir recuperar la forma física, aprender un idioma o cambiar de trabajo son ejemplos clásicos que completan nuestro ideario de pro- mesas… y lo que tienen en común es que todos ellos son aspectos que exigen “hacer” cosas en el mundo para producir -o mantener- un deter- minado resultado. En este sentido, algo interesante con los cam- bios que buscamos es la diferente naturaleza de los mismos: el tipo de cambio más fácil de notar es aquél en el que buscamos “arreglar” o “remediar” las cosas, bien porque no estamos consiguiendo lo que nos proponemos o bien por que en algún momento nuestro bienestar se ha interrumpido en cierta forma. Así que, si observo con horror cómo al finalizar las fies- tas navideñas el marcador de la báscula se ha desplazado diez kilos a la derecha, es probable que mi malestar sea suficiente para plantearme que tengo que “remediar” el asunto de mi so- brepeso. Es fácil que en esta fase nos sintamos fuertemente motivados para tomar cartas en el asunto, y hasta es posible que consigamos nuestro objetivo durante algún tiempo, hasta que volvamos a bajar la guardia y nuevamente nuestra amiga la báscula nos enfrente con la dura realidad. En este punto, sobre todo cuando ha ocurrido de forma recurrente, probablemen- te empezamos a analizar lo sucedido y termina- mos con explicaciones del tipo “me falta fuerza de voluntad”, “soy vago”, “soy un glotón”, “tengo 15